Winter ni siquiera sabía el porqué había aceptado la invitación de Rain Harper. Ahora se encontraba sentada a su lado mientras observaba las coloridas flores que rodeaban la elegante fuente se agitaban con la brisa. Estaba sentada a su lado en silencio, algo que a pesar de ser una persona de pocas palabras, la hacía sentirse un tanto incómoda. ¿Por qué había aceptado acompañar a esta persona? Quizás fue por la forma tan sutil en que hizo aquella invitación o quizás por aquel atisbo de nostalgia en sus ojos que lograron darle un aire diferente al hombre descarado que suele ser. No tenía idea alguna de la razón por la cuál al final de cuentas había aceptado aquella habitación. Ahora sólo podía pensar que la sugerencia del ama de llaves había sido más que acertada. Aquel lugar no sólo era

