Capítulo 1
Hace una semana atrás
— ¿Enserio crees que esto es productivo?
— Lo será para ti—señaló con el palillo—Ya, YoungJae, ¿Te apuntas?
— Me apunto, claramente ganaremos—chocó las cinco con Hoseok, el pelirrojo sentado al lado de Min YoonGi. Todos se encontraban sentados en aquella mesa del restaurante de pollo frito.
— YoonGi, tienes que ver la vida de otra manera—Jackson colocó su mano en su hombro y el pelinegro lo miró de mala manera. Con nervios apartó su mano bebiendo algo de Soju.
— Anda YoonGi, no es algo difícil de hacer—NamJoon lo animó—Cada uno de nosotros deberá hablar con la chica que le interesa, ¿Qué tan difícil puede serlo? Incluso YoungJae y Hobi se animaron...
— Ya, ¿Enserio crees que estos idiotas tienen a alguien interesados en ellos? —indicó provocando que ambos dramatizaran llevando sus manos a sus corazones—Para ellos es sencillo, para mí es difícil, estamos hablando de una chica de dieciocho años, tengo veinticinco, Nam, ¿Sabes en los problemas que puedo meterme?
— Nuestro YoonGi es un pedófilo... ¡Auch! —Jackson se ganó un golpe en el brazo por parte del pelinegro—Wow, tienes mucha fuerza, ¿Por qué no vas al gimnasio? Sabes que puedo conseguirte descuentos...
YoonGi rodeó los ojos levantándose, tomó su chaqueta junto a su bolso bajo las miradas atentas de los demás.
— ¿A dónde vas? —Hoseok intentó detenerlo.
— A casa, tengo que dar clases mañana—y se alejó sin decir más. Saliendo del restaurante tomaron su brazo, respiró profundo deteniéndose y mirando a su mejor amigo. Jung Hoseok lo conocía desde la universidad, a pesar de que el pelirrojo era muy positivo y optimista, YoonGi podía ser lo contrario—No voy a aceptar la apuesta.
— Vamos, hyung, sabes que quieres acercarte a ella.
— Soy mayor que ella, Hoseok.
— ¿Eso qué? Las parejas suelen ser así—se encogió de hombros.
— No somos pareja y nunca lo seremos—intentó seguir su camino, pero volvió a detenerlo.
— No tienes que ser tan duro contigo mismo, sé que realmente te gusta esa muchacha, no es normal que cada día sin falta la esperes en la parada de autobuses sólo para verla, no es normal que crees canciones dedicadas a ella, no es normal que cuando siquiera pienses en ella sonrías—YoonGi respiró profundo apartando la mirada unos segundos—Hyung, no tiene nada de malo que sientas algo por alguien.
Era sencillo decirlo, pero para Min YoonGi era complicado aplicarlo. Algo en sí mismo le impedía pensar positivo, el positivismo nunca fue algo suyo.
— Sabes que no podré hablarle—volvió a mirarlo— ¿Si te digo que acepto dejarás de molestarme?
— Lo prometo—sonrió.
— Bien, acepto, ahora me largo—pasó a su lado sin mirar atrás sabiendo que luego se arrepentiría de ello.
Presente
La puerta de la casa se cerró y el chico se deslizó por ella dejándose caer hasta el suelo. Una tonta sonrisa se dibujó en sus labios cuando asimiló lo sucedido, MeyBi le había hablado y le había contado al menos un poco de su gusto musical. ¡No podía estar más feliz! Se recostó en el suelo vistiendo aun el uniforme escolar de chica y aquella peluca de cabello n***o sobre los hombros.
Justo su celular comenzó a sonar en ese instante. Lo buscó en el bolsillo de su chaleco contestando la llamada.
— Hoseok.
— ¡Hyung! ¡Lo vi! Pero me hubieras esperado para irnos juntos, ¿Por qué te fuiste así?
— Lo siento, estaba tan emocionado que lo olvidé—la sonrisa no se fue de su rostro— ¡Hablé con ella!
— ¡Oh, Dios mío! ¿Qué te dijo? ¿Qué le dijiste? ¡¿Qué se dijeron?! No, no, espera, debo ir a tu casa, compraré algo para comer, llego en una hora—y colgó.
— ¿Volverás a hablarle cómo YoonJi? —Hoseok tenía sus mejillas llenas.
— No lo sé—no había pensado en eso— ¿Sería raro que volviera a aparecer mañana?
— Le dijiste que tenías un hermano y que eras...nueva en este vecindario—se encogió de hombros—No creo que sea malo—sonrió divertido— ¿No habías dicho que era algo ridículo?
YoonGi revolvió sus fideos con sus palillos haciendo un puchero inconscientemente. Se encogió de hombros buscando que decir.
— No pensé que iba a funcionar.
— ¿Le dirás a los demás?
— Ya saben del disfraz, el uniforme es de la hermana menor de YoungJae y la peluca es de Jackson—el chico subió sus pies al sofá.
— ¿Qué se supone que hace Jackson con una peluca? —Hobi se hizo el pensativo.
— Quizás tiene una doble vida, no me sorprendería.
Y ante eso ambos se echaron a reír.