(19) -¡Tienes que ir!-Me grita Ross desde la cama, mientras intenta convencerme de ir. -¿Por qué iría? ¿Acaso parezco una de esas chicas?-La verdad es que no quería caer una vez más en las trampas del doctor Mark o de cualquier persona, ya mi orgullo estaba devastado, no podía recibir otra bomba atómica como las que pase con ese hombre sin corazón. -Ve.-Me ruega, mientras ella deja de comer un poco de gelatina.-Te divertirás, te verás hermosas.-Me dice sonriendo, mientras me imagina vestida con un gran vestido. -¿Y quién cuidará de ti?-Le preguntó doblando su ropa, mientras intento convencerla de que no siga insistiendo. -He cuidado de mi por tantos años, no tienes de que preocuparte.-No quería hacerlo, pero la mirada de Ross me gano. -¡Esta bien!-Acepte rodando los ojos.-Pero no me

