Prologo

640 Words
Hoy el día estaba gris, la verdad es que en mi ciudad por lo general siempre estaba nublado, y eso no ayudaba mucho a mi ánimo, llevaba tres años viviendo sola, ya que mis padres habían muerto, desde entonces solo había querido desaparecer del mundo, todos los días tenía que despertarme para ir a mi trabajo e ir a la universidad donde todos murmuraban  de las cicatrices que tenía esparcidas por todo mi  rostro, en fin odiaba vivir, mi único consuelo era llegar a casa y acostarme a ver series, creo que eso era lo único por lo que vivía. Ya se estaba haciendo tarde para llegar a mi trabajo Salí corriendo con un pan el mano, en este momento me sentía como en esas series animadas japonesas,  corría lo más rápido que podía, ya no tenía permitido llegar tarde al trabajo, mi jefe me había advertido que si lo volvía a hacer me echaría a patadas, literalmente, en serio odiaba a ese señor, estaba a punto de llegar solo me faltaba pasar la calle, sin mirar a los lados pase, y  de pronto sentí un golpe, sentía como las personas gritaban a mi alrededor, ¿era este mi anhelado final?, por fin podría reunirme con mis padres, di mi último aliento y de pronto todo se volvió n***o… Abrí mis ojos de golpe, y respire agitada, mire a mi alrededor, pensaba que había muerto sin embargo al parecer estaba equivocada, me encontraba en una hermosa habitación parecía estar hecha al estilo victoriano, la cama sobre la que estaba era espaciosa y al parecer tenía sábanas de seda, intente levantarme, sin embargo mi cuerpo se encontraba débil, iba a gritar por ayuda cuando un señor con aproximadamente cincuenta años entro a la habitación, sus ojos se aguaron al verme, al parecer este señor que yo no conocía de absolutamente nada se alegraba de verme bien, deseche mis pensamientos cuando el señor corrió a abrazarme, me sentí incómoda sin embargo lo deje ser, después de todo tenía más cosas de que preocuparme como por ejemplo ¿Por qué sentía que mi cuerpo se había encogido o porque razón me encontraba en esta habitación? — “gracias a Dios por fin despiertas hija, no sabes lo preocupado que estuve por ti, al igual que tu madre y hermanas” Padre, madre y hermanas, no sabía lo que estaba pasando aquí, yo no tenía nada parecido a una familia. — “¿Quién es usted?” El señor perdió todo el color de su piel y si sonrisa se desvaneció. — “soy yo tu padre, Sarah hija no hagas estas bromas de mal gusto” ¿Sarah? Pero quien rayos, este señor me estaba confundiendo, yo me llamaba Andrea, esto era imposible, ¿está loco me había secuestrado? — “¿Dónde estamos?” — “donde más mi querida Sarah, estamos en la villa de la familia, de vacaciones” Oh por Dios si había sido secuestrada por un loco — “mire señor, nunca en mi vida lo he visto así que por favor déjeme ir ¿Qué día y año es?” — “¡oh pobre hija mía que te ha pasado ¡estamos a miércoles, este es el año 1749, llamaré de inmediato al doctor, y le avisaré a toda la familia de tu estado”! El señor que alegaba ser mi padre salió corriendo del cuarto, pero que disparates decía aquel individuo, ¿1749? Eso era en el siglo XVIII, esto era imposible, este era el siglo XXI, me levante como pude y fui al espejo, al verme en él solté un jadeo, esta no era yo, esto era irreal, esto solo pasaba en los libros, me derrumbe en el suelo y tome mi cabello entre mis manos ¿había retrocedido en el tiempo?    
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