—Supongo que este es el lugar adecuado para una fiesta como la que Aleksei quiere —comentó Nyx, dejando que su mirada recorriera el salón. Podía imaginarlo ya decorado, con luces suaves y arreglos florales que reflejaran su gusto, no el de Aleksei. Dmitry no respondió, pero su mirada seguía fija en ella, analizando cada uno de sus movimientos. —No eres como las otras —murmuró de repente, su tono seco y directo. Nyx levantó una ceja, sorprendida por el comentario. —¿Las otras? —preguntó, con curiosidad mientras caminaba hacia el centro del salón. Con una ligera chispa de enojo en su interior. ¿A que otras se refería? ¿A las novias del ruso quizá? Dmitry la siguió de cerca, sus ojos oscuros destilando desconfianza. —Las otras mujeres que han estado cerca de Aleksei. Todas intentaban im

