ÁNGEL
Estuvimos toda la mañana entrenando o, mejor dicho, Daniela les estuvo enseñando a Annika y a Venus como zafarse en diferentes situaciones usándonos a Núñez y a mí de muñequitos de prácticas. Hubo un momento en el que pensé que Venus no iba a ser capaz de hacer la simulación de intento de violación que Daniela propuso, ya que empezaba a temblar y no podía respirar con normalidad cuando me tenía entre sus piernas, pero finalmente lo hizo y lo hizo muy bien.
- ¡Ángel! Necesito hablar contigo – me dice Daniela en un tono serio cuando acabamos de comer.
- ¡Cāochǎng! (Patio) ¿Qué hiciste? – me preguntan mis sobrinos con curiosidad.
- Que yo sepa nada todavía – les digo haciendo memoria.
- Entonces ¿por qué mamá quiere hablar contigo? – me pregunta Luz.
- No lo sé – le digo con since
