Una esposa para el CEO

Prólogo

Un balde de agua helada me hace despertar de mi sueño delicioso y profundo. —¡Maldición! —Gritó molesto, pero bajó la voz al ver a mi padre con el rostro rojo y la mirada de asesino serial que lo caracteriza. —¿Qué sucede padre? —Por lo general nunca viene a casa y si está aquí y me despertó con agua helada algo grave hice y lo peor es que no lo sé, la resaca me hace doler la cabeza de forma irritante. Lo que vino después no me lo esperé. Su mano abierta fue a parar a mi rostro haciendo sangrar mis labios de inmediato.

¿Qué es todo esto? —Me levanto furioso, pero no elevo la voz a menos que quiera otro golpe más fuerte, mi padre tiene 50 años, pero es más fuerte que ningún otro y muy obstinado también, su presencia amerita un suceso sumamente importante o estoy embarrado hasta el cuello.

—Eres una vergüenza para la familia, no mereces llevar el apellido Montalvo «Eros» —sonrió porque así me nombró la prensa y él lo repite con asco. La verdad ser el dios de la lujuria me encanta, muchas han pasado por mis manos una más hermosa y buena que la otra y mi colección es inigualables, modelos, actrices, secretarias, maduras, jovencitas, una que otra empleada doméstica en fin he probado coño dulces, jugosos y deliciosos. Otro golpe aterrizó en mi cabeza haciendo que vea estrellas literalmente eso paso, papá me extrajo de mis pensamientos —Encima te enorgulleces de tus banalidades. ¿Hijo sabes el desastre que causaste anoche? 

—¿Anoche? Papá solo me divertí soy joven, trabajó duro y lo merezco, tal vez folle, bebí y no sé qué más hice, la verdad no recuerdo con claridad lo que sucedió. —Con eso otro golpe fue a parar en mi rostro, este fue el que más me dolió sin duda me quiere asesinar —¡Papá! —me quejo con el rostro ensangrentado ya valió mi rostro perfecto de cazador. 

—No te quejes, debería darte una paliza y dejarte sin caminar por unos días o tal vez meses. Así mantendrían tu polla en tus pantalones y no de coño en coño. Eres un sinvergüenza Erick, tu madre no se merece un hijo tan desconsiderado como tú. ¡Eres nuestro único heredero! Maldición somos el hazme reír de la sociedad porque tenemos un prostituto por hijo, un falo alegre que se mete en los pliegues de cualquier mujer que le sonría con picardía —Con eso enciende el televisor y mi rostro se desencajó, mi mandíbula está a punto de caer al suelo, al ver esa imágenes tan escandalosas.

Son fotos mías con dos chicas muy calientes y sexis, me las estoy follando a ambas, las fotos son censuradas, pero hasta un ciego puede ver lo que sucede, el rostro de las chicas es resguardado mientras el mío es sacado sin pudor ¡Me jodi! Estoy seguro que mamá debe estar horrorizada y llorando por el escándalo que cause.

                                                                   Escándalo en la familia Montalvo

Erick Montalvo mejor conocido como «Eros» el dios de la lujuria fue captado en horas de la madrugada teniendo relaciones sexuales con dos chicas a la mismas ves. Como un degenerado sin pudor follaba en el baño de un reconocido club nocturno, uno de nuestro corresponsal captó imágenes inéditas y sumamente comprometedoras más adelante se las mostraremos. 

La pregunta del millón ¿Eros seguirá haciendo de las suyas en cada club al que acuda? Tenemos otras inquietudes ¿Será que su vida de gigoló será aceptada por el intachable Doménico Montalvo? ¿Creen ustedes con una vida tan desordenada pueda manejar con éxito la empresa familiar?

                                                                                              ***

Cierro los ojos porque nombraron a mi padre, todo está en tela de juicio —¡Joder! —exclamó exasperado, no recuerdo nada de esto! Intento recordar pero todo está borroso ¡Maldición! Mínimo papá me despedirá su rostro me indica que no tendrá consideración con mi cagada y que soy hombre muerto.

—Arreglaré este jodido desastre, es la última vez que limpio tu mierda. Recuerda no lo hago por ti, sino por tu madre. Una advertencia y es la última que te daré, me tienes hasta los huevos con tus irresponsabilidades Erick, yo no traje a este mundo a un follador compulsivo, te casaras, debes sentar cabeza, tu vida de fiesta se terminó tienes dos meses para llevar a cabo la boda o tendrás que darme tu puesto en la empresa, y te quedas sin herencia, de mi dinero no verás un centavo más. 

—Pero papá no… —Cierra la boca porque juro que te la partiré aún más, en mis cincuenta años jamás he sido protagonista de un escándalo, mi apellido se está viendo manchado y esa mierda es gracias a ti. —Sus palabras están cargadas de decepción, nunca antes lo había visto así tan avergonzado de mi. 

—Lo siento padre, pero ¿es primordial casarme? —me fulmina con la mirada.

—Te casarás, tienes dos meses. Y yo seré quien escoja la candidata, tu no refutarás  o te largas ahora mismo del pent-house, entregas tu cargo y adiós herencia ¿Prefieres eso? 

—Padre no puedes hacerme esto, soy muy joven para casarme. 

—Mejor me largo porque te dejaré sin dientes. Quedas advertido,no quiero otro escándalo, está será la última vez que limpio tu reguero para la próxima te hundes en tu mierda. —Dicho eso, mi padre se va dejando mi rostro golpeado, mi ego por el piso y mi hombría por el subsuelo. ¡Mierda! Froto mi rostro frustrado. Me jodi y de una manera colosal 

Mi teléfono no para de sonar, la entrada del edificio está lleno de reporteros y se que cabe mi propia tumba, lo peor de todo que no recuerdo si eran buenas follando o por lo menos recordar su rostro. Gritó frustrado ¿Por qué a mí? ¡Eros! Ese apodo me queda muy bien, me gusta. Como yo soy imparable me visto más guapo que nunca y salgo a tomar unos tragos, lo necesito. 

Al llegar a la entrada ya no quedaba ni un periodista ¿Ahora? Me encojo de hombro restándole importancia y voy al bar más cercano, el escándalo no me importa, soy un hombre y el hecho que hayan captado a mi pistola disparando a un par de muñecas no me enfada al contrario con eso demuestro mi calibre, aunque papá le parezca un escándalo a mí me parece algo de lo más normal, todos follamos y disfrutamos hacerlo, pero don perfecto me procreó solo besando a mi madre.