Capítulo 4

1332 Words
*** —¡Hazel! ¡Abre la puerta! —Jack tocaba la puerta de su habitación con desesperación. Se supone que Hazel se quedaría despierta para vigilar, pero la pobre se ha quedado dormida, llevas días sin descansar cuidando a los dos pequeños, Jackson toca la puerta varias veces y ella aún no abría, tenía el sueño pesado. Jack no quería, pero a lo mejor debía usar sus poderes, así que se hace para atrás y corre hacia la puerta, se tele transportó hacía el otro lado y la encontró dormida en el sofá de la habitación mientras que los niños dormían en la litera, él se acerca a Hazel y la ve con tanto amor, toma su brazo y lo mueve de un lado a otro. —Hazel, mi amor, ¡despierta! —Estaba desesperado, ella poco a poco fue abriendo los ojos y al darse cuenta que se había quedado dormida, se alarma. —¡Dios mío! Jackson ¡Lo siento! Sé que te dije que me iría, pero me he quedado dormida. —Choca su mano con su frente y está algo avergonzada. —No nena, no es eso, de hecho, no es la hora que habías planeado para irte. —Trata de hacerla sentir mejor y ella queda confundida. —¿Cómo así? ¿no ha amanecido? —Ladea un poco su cabeza y él niega. —Hazel, te desperté porque las sombras están aquí, vinieron a buscarte, por suerte mi pandilla los están entreteniendo, obvio nosotros negamos que te teníamos acá, pero quieren revisar la casa, ¡debemos irnos! —Hazel asiente y se levanta dirigiéndose a los niños despertándolos a cada uno. —Hannah, Alex, ¡despierten! Es hora de irnos. —Mueve a cada uno y se despiertan con lentitud, esto colmaba la paciencia de Jackson, estaba apresurado de que no los descubrieran. —¿Es hora? ¿tan temprano? —Hannah restregaba sus ojos algo soñolienta. —Si preciosa. —Hazel soba su espalda. —¡Hazel! ¡Rápido! ¡No tenemos mucho tiempo! —Jackson se desespera por la gran lentitud de como esos niños se levantaban de la cama. —¡Espera Jackson! —Lo mira mal. —¡Maldición! Si te ordeno que es rápido es porque no quiero que nada te pase con los secuaces de tu padre. —Resopla su nariz enojado, carga a Alex quien dormía arriba de la litera y lo baja, toma la mano de Hannah con brusquedad y se queda en el centro de la habitación—. Pon tu mano en mi hombro, los tele transportaré a la estación de tren más cercano, no tenemos tiempo ni salida. —Ella hace caso molesta. No le gustaba como estaba tratando a esos pequeños, Jackson cierra sus ojos y activa sus poderes cuando los tres tocaban su cuerpos, ya estaban listo para tele transportarse, activa el poder y se crea una capa azul a su alrededor, se imagina el lugar donde llegará y en cuestión de segundos desaparecen de ahí. Se forma una burbuja azul y ellos aparecen en una de las habitaciones del conserje de la estación. —¡¿Tus súper poderes son tele transportarse?! —dice Alex ya despierto y emocionado, Jackson asiente—, Entonces ¿Por qué no nos tele transportas a Francia? Dónde vive mi padre. —Estaba confundido del porque debían viajar en tren si Jackson podía tele transportarse. —Porque cuando llevo a personas conmigo solo puedo tele transportar a cortas distancia, si es a larga distancia pueden haber fallas, tu cabeza podría estar en la de tu hermana o Hazel tendría mi cara en su trasero —explica mientras se acerca a la puerta, la abre con cuidado y vigila que nadie se haya dado cuenta en el mundo mortal. —Entiendo, bueno, nos tocará el tren. —Alex se desanima, ya no quería seguir caminando o viajando, solo quería estar en su casa con su padre. —Tranquilo, ya pronto los regresaré a casa. —Hazel le soba el hombro y aprieta sus labios. —Hazel, los dejaré en la parada y luego regresaré. —Jack cierra la puerta y se voltea a verla—. Yo les abrí la puerta a las sombras, no quiero que sospechen nada —le informa y Hannah queda confundida. —¿Por qué sospecharían de ti? ¿Acaso cometiste algo? —pregunta Hannah y los tres prestan atención a Jack, este se ríe levemente y rasca su nuca avergonzado por la respuesta que diría. —Porque soy el principal sospechoso, yo siempre ayudaría al amor de mi vida. —Mira a Hazel y ella se siente un poco incómoda. —Entonces, ¿El señor Dark te tiene en la mira por ser el amante de su hija? —pregunta Alex entendiendo bien y Jackson asiente, Hazel carraspea un poco su garganta y se soba el brazo. —Creo que es mejor que nos separemos aquí, no quiero traerte más problemas, regresa ahora, yo preguntaré la parada a cualquier persona. —Hazel le sonríe con amabilidad y Jack no está de acuerdo. —No te dejaré sola, no conoces tanto este mundo como yo y no, no me traes problemas. —Se acerca a ella y la toma del brazo para asegurarle que estaba siendo sincero. —Yo puedo sola con ellos dos, anda a ayudar a tus amigos, son lo que te quedan de familia y no quiero que ellos se enojen contigo o meterlos en problemas por haberme ayudado. —Ella trata de hacerlo entender—. Tienes que ir ahora o si no realmente sospecharán y nos matarán. —¡Demonios! —Suspira rendido—. Te haré caso solo esta vez, porque si me quedo te estaría protegiendo, pero las sombras nos seguirían, aunque si regreso te estaría protegiendo y las sombras no sospecharan. —Él normalmente era muy rebelde, pero está vez tenía que ceder, haría cualquier cosa por su amor, él dejó de ser malo por ella, cambio para poder estar con ella. Hazel detestó la maldad y él quería conquistarla, así que cambio por ella y le ha gustado el cambio porque lo ha vuelto una persona feliz, ser malo lo volvía miserable, pero no era su culpa, no tenía motivos para ser bueno y feliz, solo sabía que la maldad le traía de comer y diversión pasajera. Jack le hace señas para que se aparten, ellos lo hacen, él cierra sus ojos y corre tras la puerta, se abre un portal y entra en él, se voltea y le lanza un beso a su chica, ella se sonroja y se cierra el portal. —Muy bien, debemos irnos. —Hazel se acerca a la puerta y la abre, vigila que nadie esté cerca, quería evitar llamar la atención. En cuanto vio el camino despejado salieron de la habitación de limpieza. —¿No crees que deberías colocarte una peluca? Todos nos están mirando. —Se esconde Alex detrás de Hazel. —¡Alex! —regaña Hannah—. Así es su cabello, además, es muy lindo. —Gracias. —Le sonríe Hazel—. No me importa lo que piensen los demás Alex, así que sigan mirando. —Siguen caminando por aquella estación, buscando con la mirada a alguien confiable a quien preguntarle la dirección a Francia. —¿Y si las sombras están disfrazadas como unas personas normales? Podrían descubrirnos por el color de tu cabello, no creo que existan chicas que les gusté pintarse el cabello así. —Hazel queda pensativa, el pequeño tenía razón, pero ¿cómo haría? Su cabello no se tiñe y no podría usar peluca, se podría derretir por un lado y congelarse del otro lado. —Tienes razón, pero no sé cómo podría hacer, creo que me quedaría defendernos si nos descubren. —Tuerce sus labios hacía un lado. —Disculpa pequeña. —Se acerca un chico pelirrojo de ojos verdes y un poco alto.
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