Los pitidos y la gente corriendo a mi alrededor. me molestaban demasiado, se que estaban esforzándose por no molestar, se que lo intentaban pero me molestaban con gran fuerza, cualquier ruido era molesto, me molestaba todo, me dolia todo, era como si un camión me hubiera pasado por encima, todos los huesos de mi cuerpo, como si los hubiera roto y siguieran unidos por un milagro porque cada parte de mi me dolía y era una batalla respirar.
Escuchaba a todo el mundo, creo que lo único que no estaba afectado eran mis oídos, pero ¿Por que debían estar afectados? No recuerdo porque debería estar así, no recuerdo porque debería, no recuerdo porque estoy aquí, ni como estoy, se que no estoy dormido, se que estoy despierto, al menos a medias porque no puedo abrir los ojos, pero siento las cosas por lo que no estoy dormido del todo.
—Vamos a subirle a planta—escuche que decía una voz, pero no sabía quien era.
Apreté mis ojos con fuerza para intentar hacer memoria.
Lo ultimo que recordaba era estar volviendo de mi entrenamiento de futbol, con mi madre y mi hermana, esta ultima me comentaba lo malo que era en el futbol y lo poco futuro que tendría, que era mejor que me dedicara a otra cosa, la música en concreto, mi hermana estaba obsesionada con formar una banda que fuera demasiado exitosa, era una cosa que tanto ella como su mejor amiga intentaban formar, y para ella, su mejor plan era que yo y mi mejor amigo, el hermano de su mejor amiga, hiciéramos una banda, según ella tenía buena voz, al menos lo que le dejaba oir la ducha, aprecio a mi hermana pero no creo que una banda musical sea mi futuro y tampoco el futbol, son carreras que por años te dan mucho dinero y luego al marchitarse, te quedas en el olvido, al menos que marques la música de una forma demasiado inesperada, pero no creo que unos jóvenes puedan marcar el mundo de la música de esa forma.
¿Habíamos tenido un accidente? Era casi imposible, mi madre conducía con demasiado cuidado, ella odiaba conducir y siempre le tenía demasiado respeto a la carretera por miedo a hacer daño a los demás, mi tío murió en un accidente de coche por lo que toda mi familia era demasiado cuidadosa en todo lo que tuviera que ver con la carretera, pero no solo dependida de nosotros, eso era verdad, había más factores, quizás alguien hizo algo mal y nos afecto, si habíamos tenido un accidente de coche ¿Dónde estaba mi madre? ¿Y Hasley? Decirme que esas dos mujeres estaban bien porque si las perdía me iba volver loco de tal forma que nadie me iba poder aguantar, esas dos mujeres eran las dos personas más importantes de mi vida, pilares para mi, me ayudaban en todo y no es que no quiera a mi padre, pero la relación con mi madre es diferente, con ella tengo una rara conexión, es como si fuera el alma de mi vida, ella es demasiado buena conmigo, la luz de mi vida, la que me enseña pero sobre todo me apoya y mi hermana es mi mejor amiga, la persona a la que se que le puedo contar todo sin miedos, y la que en ocasiones me grita para que espabile.
Note mucho movimiento para después quedarme totalmente quieto, supongo que llegamos al lugar donde me tenían que dejar.
Unas suaves manos tomaron las mías.
—Tranquilo, todo va estar bien—me dijo una dulce voz.
Su voz.
Esa voz me daba tanta paz, tanta alegría era como si el simple echo de oír su voz, me dejara claro que nada malo me iba a pasar, que estando ella a mi lado, todo sería luz y color, que todo iba salir bien, era la voz de mi ángel guardián pero espero que fuera la voz de alguien que pudiera tocar y tener en mi vida, porque aunque suene tonto, me he enamorado de esa dulce y tierna voz.
—Halsey esta perfecta, solo tiene una pierna rota y se queja mucho pero creo que es cosa normal, por lo que sigue igual de guerrera que siempre—me conto la voz, y eso me tranquilizo pero quería saber de mi madre—Nicole y Guillem solo tienen unas rozaduras pero eso no ha hecho que tu amigo se haga un poco el dolorido para que unas chicas de practicas le hagan unos mimos—me conto-
¿Nicole? ¿Guillem? No recuerdo que mis amigos estuvieran en el coche, era mi madre la que iba con nosotros, no ellos ¿Chocamos con ellos? Era imposible, ellos no estaban en la carretera, ellos debían estar en casa, no tenían una sola razón para salir de casa o para estar en la calle.
Note una fuerte presión en mi pecho y una de las maquinas hacer demasiado ruido, no se que significaba pero no me importaba, quería que saber que había pasado, que era eso que no recordaba, sabía que algo grave a tenido que pasar para no poder abrir mis ojos pero no se que mierdas a podido ser.
—Tranquilo—me dijo la voz, no se quien era pero su voz me daba tranquilidad y me hacía calmarme, era como si fuera una bruja que me tuviera hechizado—Están todos bien, el peor estas tú, solo que los médicos quieren asegurarse, a sido un accidente de coche fuerte, pero habeís tenido suerte, todo el mundo pensaba que ibais a morir—me dijo la dulce voz.
Me quede quieto sin saber que decir o que hacer, me estaba confirmando que todos estaban bien y que fue un accidente de coche, su mano en mi pelo era algo demasiado relajante, tierno, me hacía feliz-
—Él más quejica es Stefan, y eso que pensé que iba ser el más duro, con esa apariencia de gótico psicópata que tiene—comento.
Pero esa felicidad no duraba mucho, por mucho que hiciera esfuerzos, no era capaz de recordad que había pasado, no era capaz de juntar las piezas ¿Quién era Stefan? Se que había alguien en el instituto que se llamaba así, una persona o tres pero no se como encajaba eso en el accidente, de lo único que estaba seguro era que me llamaba Shawn, de que era un chico australiano pero de todo lo demás no estaba para nada seguro de nada.