Arquea una de sus cejas y sonríe. – Yo iría hasta allá. – Él me mira. – Claro, si fuera tú. – Está bien, iré. – Le entrego mi bolso y me dirijo al medio de la habitación con las otras chicas, eran unas 10 en total. – ¡¿Listas, chicas?! – pregunta Sam y nos da la espalda. – 1...2...3 y… Cuando creo que va a tirar el ramo, simplemente se da la vuelta y comienza a caminar hacia mí, al menos eso es lo que había pensado, y para mi sorpresa, en realidad caminó hacia mí. No sé qué hacer, los invitados no dejan de mirarme. Miro hacia atrás y no veo a Henry. ¿Qué mierda estaba pasando aquí? ¿Dónde está Henry? – Toma, Liz. – Solo entonces me doy cuenta de que Sam está parado frente a mí, entregándome el ramo. – ¿Qué? – Las palabras salen de mi boca con cierta dificultad. Sam sonríe y toma un

