Espero unos segundos y voy tras ella, entrando al baño con cuidado. Recojo su ropa y en medio de ella están sus mini braguitas, si a esa tanga se le puede llamar braguita. Lástima que la caja sea toda de cristal ahumado. Necesitaba controlarme, tenía que saber si realmente estaba casada. Voy a la lavandería y pongo su ropa en la secadora. Vuelvo a la cocina y empiezo a limpiar el desorden que había. Tan pronto como termino, dirijo mi atención a los fideos. Estoy perdido en mis pensamientos, recordando los tiempos en que tuve a mi madre cerca, el mejor momento de mi vida. Cuando tenía 20 años me enamoré locamente de Ketlin, cuando vi por primera vez a esa mujer de ojos color miel, cabello largo y n***o y esa sonrisa, ¡Dios mío! Qué mujer tan increíble era ella. Salgo de mi ensimismam

