Los nervios burbujeaban en mi sistema, pero más que por estar de nuevo en el auto de Jacob, era por saber en qué concluyó la discusión de Jayden con sus padres, no quería dejarlo solo en aquella mansión, pero tampoco estaba dispuesta a seguir escuchando todo lo que decían de mí, sin argumento alguno. Debí hacerle caso a mi sexto sentido, pero ya era tarde para eso, había dejado a mi novio con su mamá y estaba en el auto del hombre que me destruyó, pero que ahora parecía ser una persona completamente distinta. Habíamos llegado a una calle donde pude ver algunos taxis, pero Jacob no se detuvo, lo miré con el ceño fruncido, esperando que de diera cuenta que ya podía dejarme en el camino, pero solo me dio una fugaz mirada y siguió conduciendo hasta llegar a la ciudad. - Jacob, ya puede d

