- y bien, ¿cual es la sorpresa alejandro?
- si te lo dijiera ya no sería sorpresa
ambos reimos al mismo tiempo
- tienes razon, pero ya sabes que soy impaciente
-pues tendras que esperar un poco más
- esta bien, le digo algo fastidiada
alejandro conduce el auto mientras vamos a no sé a dónde, el voltea y sonrie de medio lado mientras me guiña un ojo, verlo hacer esa acción me parece tan sexi que me dan ganas de comermelo a besos ahorita mismo.
despues de 20 min llegamos a un restaurante, estaciona el auto y entramos yo miro el lugar emocionada es muy bonito
-tienen reservación?
-alejandro andrade
-claro, siganme
seguimos al hostess quien nos lleva a una mesa al lado de la ventana, la mesa tiene manteles blancos, petalos de rosas y una botella de vino
-vaya que me sorprendiste, todo esta muy lindo
-tú lo mereces mi niña
-gracias
la cena fue exquisita y sobre todo la compañia, estar con alejandro me encanta, podemos hablar de muchas cosas sin sentirme tonta, el siempre me explica lo que no entiendo es caballeroso y muy guapo.
es alto mide 1.80 tiene un cuerpo bien trabajado, cabellos n***o, ojos marrones y una sonrrisa que lo hace ver increiblemente sexi. me le quedo viendo detallando cada parte de el, lo bien que luce el día de hoy hasta que escucho su voz
-deja de mirarme así
-así cómo?
-como si me quisieras comer
sonrie con autosuficiencia
-tonto
pide la cuenta y salumos del restaurante mientras el me lleva de la cintura y yo me pego a su pecho sintiendome amada y protegida.
-gracias por la sorpresa amor
-todavia no termina
dice viendome con una sonrisa picara lo cual hace que me entre un poco de nervios y muerdo mis labios en reaccion a ello.
-ah no?
-no, iremos a mi casa ahí esta la otra parte de la sorpresa
-esta bien amor
antes de llegar a la casa de alejandro me me venda los ojos, entramos con mucho cuidado, escucho que pone algo de musica y me quita la venda, miro un camino de rosas que da directo a su habitacion y se que hoy sera el día