Bill se había quedado sin habla esperando obtener una buena excusa, si le pedía a dios un milagro, que fuera en ese momento —¿Bill?—pregunta la chica —Así este..... yo había ido, pero porque este.....—el ojiverde fue interrumpido —Ya veo que está usted mejor señorita—dijo la chica mirando a Dania, esta arqueo la ceja sin saber a qué se refería —Si bueno, pero ¿cómo sabe usted de mí?—Dania la mira muy tranquila —Dania, Bill, ¿por qué no se adelantan a comprar la comida? Owen y Avan deben estar muriendo de hambre—incito el castaño —Sí, es verdad, lo habia olvidado, nos vemos señorita—dijo Dania amablemente —Un gusto, que esté bien—sonrió la chica, Bill le lanzó una mirada de agradecimiento a su amigo—Qué hermosa casualidad encontrarlos ehh.....—decía la chica señalando a él castaño —

