"Estoy bastante segura", respondió Ally. "¿Qué opinas, Jack?". Bueno, miré, le hice señas a Libby para que se girara y miré un poco más.
"No, la verdad es que no. Creo que es porque se ha puesto más delgada con tanto ejercicio, simplemente las hace parecer más grandes". Creo que pasé la prueba, por las sonrisas en sus rostros. Esperé un minuto y luego miré a Libby. "¿Satisfecha?", sonrió. Entonces repetí el comentario de hacía una semana aproximadamente. "¡Qué tetas tan buenas!"
Ally y yo nos casamos un mes después. De ninguna manera podríamos engañar a sus padres diciéndoles que el bebé no había sido concebido antes de la boda; ni siquiera lo intentamos. Ally se lo contó a Sheila dos días después de que me lo contara. Nos casamos en el Registro Civil, para gran disgusto de Richard Ewing
