—Joder, Jack. Está buenísimo. —Se retorció, intentando no quitarme la boca de encima, mientras se quitaba el suéter por la cabeza. Lo echó a un lado con indiferencia, se recostó y me acercó la cabeza a sus pechos. Me resistí un momento, pues era la primera vez que los veía bien. Me miró esperanzada mientras yo contemplaba sus pechos—. ¿Te gustan, Jack?
"Tus pechos son preciosos, Ally. Tan perfectos, tan atractivos. Los amo tanto como a ti". Sonrió con ternura.
"Son tuyos. ¿Los amas, por favor?"
Había escrito sobre dos personas haciendo el amor en mis historias, pero sabía que jamás podría describirlo. Era indescriptible, nuestro amor yacía en algún lugar del plano astral, donde los cuerpos como tales no existían. Donde nuestros dos espíritus se fundían en una danza tan antigua como el t
