Hayes estacionó su auto frente a su casa luego de un largo día de trabajo y se bajó encontrando a su hermano esperándole sentado en la pequeña escalera de tres escalones de su porche delantero. —Hey, me dijeron lo que ocurrió anoche —dijo a modo de saludo, levantándose y revelando una fuente con comida entre sus manos—. Jimmy te manda esto. —Grandioso, estoy muriendo de hambre —exclamó pasando por su lado. Abriendo la puerta de su casa, invitó a su gemelo a entrar con él. —Siempre tienes hambre —se burló—. ¿Un día largo? —preguntó entregándole la fuente antes de tomar asiento en el sofá de la sala. —Largo y horrible —se quejó entrando en la cocina para calentar la comida antes de volver con su hermano con dos latas de cervezas en la mano. Realmente el alcohol no afectaba su sistema, p

