Sentada frente a su amigo, Ninette observaba con cierta curiosidad como Ezekiel dividía su atención entre comer la comida china que había pedido y reír tontamente a su teléfono, enviando de vez en cuando un mensaje de texto. Claramente, la persona con la cual se estaba escribiendo no se trataba de la mosquita muerta de Birdie, ya que esa molesta chica se había despedido para ir a almorzar con sus nuevas amigas. Si ambos estuvieran hablando, esa tonta sonrisa no estaría en el rostro de su amigo, ya que dudaba que Birdie logrará decir algo que colocara dicha expresión en Ezekiel. —¿Te estás viendo con alguien? —indagó casualmente. —Sabes que no tengo tiempo para eso —respondió Ezekiel, sin mirarla. —Con esa sonrisa en tu rostro, pensé que estabas hablando con alguien que conociste —comen

