Macey miraba fijamente la pantalla de su computadora, perdida en sus pensamientos. Desde que reveló la verdad sobre Julius, los niños volvieron a sus actividades habituales. Aria estaba ocupada coloreando y nombrando los temas correspondientes en diferentes idiomas, mientras Caden tocaba el piano. Ninguno parecía estar particularmente conmocionado por la noticia impactante de que su padre estaba vivo y bien, y mucho menos de que había estado pasando tiempo con ellos. Esto hizo que Macey se preguntara si tal vez Augustus ya lo había dejado escapar. Pensó que debería estar enojada con su suegro, pero tal vez era el curso natural de las cosas. Después de todo, Julius era su hijo. En realidad, no le molestaba en particular. Siempre tuvo la intención de contarles a los gemelos sobre su padre,

