Alejandro regresó a México nuevamente junto a Lucero quien ignora la situación, ella encantada porque verá nuevamente a su padre, Al llegar ella corrió al dormitorio donde está descansando su padre quien al verla entrar la recibe con los brazos abiertos, Alejandro entra detrás de ella, Marcos nota algo inusual en Alejandro, sabe que tiene algo que decirle. —Hija, has estado bien. —Si, papi, y tu. —Muy bien, ya casi recuperado, si quieres ve a descansar, quiero hablar con el patrón. —Está bien papito, vendré alimentarte más tarde. —Gracias cariño. —Al salir ella— ¿Pasa algo patrón? —Me conoces tan bien. —Son tantos años de trabajar con usted, ¿Qué lo tiene preocupado? —Ha surgido un imprevisto. —¿No comprendo? —Tú no sabes nada de los verdaderos padres de Lucero. —No, solo lo que

