Una semana tiene Lucero de estar en la mansión de Alejandro, se ha esforzado con cumplir con cada exigencia que se le presenta, algo que aprendió de su padre es no decir no puedo, por muy difícil o pesado que sea, los empleados de la mansión la tienen en alta estima, ella casi no ha visto a Alejandro, desde que se marchó desde hace tres días no ha regresado, casi no le ha hecho falta por su itinerario, se levanta temprano para su entrenamiento personal, la entrenadora le está enseñando lo que es defensa personal, aún no entiende por qué debe aprender todo eso, pero lo agradece, porque así no será intimidad tan fácilmente cuando regrese a su vida anterior. Después las clases de etiqueta saber cómo comer y que utensilios usar, saber cuándo hablar y cuando callar, anticipar ante la malicia d

