- Te compraré un anillo – mencionó Steve mientras yo le ayudaba a preparar sus cosas para el trabajo - Que romántico – Le comenté riéndome. - Ya sé que no te gustan los protocolos. Te iba a proponer matrimonio con fiesta y todo, pero sé que te sentirás incomoda. - Gracias al cielo que lo pensaste. De verdad ese tipo de cosas, creo que no me gustan. - Ves, te lo dije. No eres así, y eso hará que nuestra fiesta de boda sea sencilla. ¿Verdad? - Por supuesto, es más, lo que vamos a gastar en la fiesta, lo invertimos en la decoración de nuestro hogar. Eso sí quiero hacerlo a mi gusto ¿Te parece? -Comenté ansiosa. - Estoy totalmente de acuerdo. Esta semana tendrás el presupuesto de gasto. Y organizaré todo para que el dinero esté disponible – Lo comenta

