Las horas pasan lentas en este tipo de situaciones. Mi madre entró aireada, buscándolo por todos lados, pero él ya se había marchado, la mujer intentó hablar conmigo, pero no tenía mucho por decir, es solo que aceptarlo era tan doloroso, que reconsiderarlo en una conversación, sería prácticamente imposible.
Hace unas horas nos dieron de alta, pero entre el papeleo y todo lo que los investigadores quieren preguntar, se nos dilato la, tan esperada vuelta a casa.
Dicen entre pasillos, que las muertes fueron representativas, la mayor parte de personal laboral del hotel estaba gravemente herido, sin contar a los dos guardias de la entrada, que no tuvieron elección que reaccionar a contra de los sujetos y, al ser muchos más, los abatieron en segundos.
Yo repasé mil veces mi versión, en bus
