-¿Quién ha dicho que me haya rendido?
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Tras mucho insistir, Eva se quedará a dormir para hacerme compañía y mañana no irá a clase, y sí, solo me está usando de excusa para no madrugar. Les he pedido a ella ya Marco que por favor no se pasen de pastelosos conmigo enfrente. Sinceramente, no estoy de humor para ver a mi hermano ya mi mejor amiga besándose mientras yo tengo sentimientos contradictorios sobre mi novio.
-¿Entonces hoy no hay rebajas? -pregunta mirando su teléfono.
-De momento no. Ya es tarde -informo, yendo en dirección al cuarto de baño y dejando a la chica en mi habitación y exclamo-, ¡voy a ducharme!
Mientras me desvisto, oigo a Eva hablar por teléfono, diciendo frases que oigo cortadas y mal, aunque llego a oír «hoy no vamos a salir, seguramente mañana» o «no, no est
