-A ver, María, lo siento muchísimo, pero no es mutuo ... Estoy con Manu. *** Me subo la cremallera de mi abrigo, sintiendo como la fuerte brisa me pone la piel de gallina, mientras veo a Eva caminar a mi lado vestida únicamente con una chaqueta no muy gruesa, sin mostrar la menor señal o gesto de frío, sino que sigue andando como si hiciese un día caluroso de primavera. -En serio, vámonos dentro, se me van a caer los malditos dedos por congelación. -me quejo, metiendo mas a fondo las manos en mis bolsillos. -Piensa en Manuel. -responde con una sonrisa divertida, girando la cabeza para mirarme. -¿What? ¿Y eso de qué me sirve? -pregunto sintiendo un cosquilleo recorriéndome desde la nuca por toda la columna. -Y yo que sé, pero siempre que lo menciono te pones roja. -informa, recibiendo

