Mi madre, como buena figura materna, se calla
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Algún día ...
Seré feliz ...
Y tiraré el artilugio satánico ...
Sí, eso haré ...
Algún día ...
Mientras tanto, me levanto con mi plan de vida perfecto en mente, bajando a la cocina con la imagen de Marco desayunando nada más entrar, con pinta de tener mejor humor.
-¿Algún día me dirás con quién te peleaste? -Le pregunto pasándome la mano por el pelo ya desenredado.
-Puede, igual el mismo día que tires el despertador por la ventana.-dice con una risa grave y somnolienta.
-¿Lo he dicho en alto? -Pregunto mientras cojo unas tostadas que nos ha hecho nuestra madre y están en un plato en el centro de la mesa.
-Obvio, porque no leo la mente.-Respondió dando un mordisco al pan.
-Bueno, teniendo en cuenta que tienes el don de hablar
