Ishla llegó más temprano que de costumbre a la empresa donde se encuentran las oficinas de Ijov Linx. Se puso el mono de trabajo y subió rápido a las oficinas de presidencia, tenía que hacer todo temprano y dejarlo todo pulcro, necesitaba hablar con él amargado de su jefe antes de irse. Cuando llegó no había nadie, aún Maritza no había llegado. Comenzó por el baño de Ijov dejando todo reluciente. De su bolsillo sacó el atomizador para darle su toque femenino al baño, luego pasó al área del escritorio y muebles que simulan una pequeña sala. Allí quitó el polvo y pasó un paño aromatizado todo. Todo estaba quedando impecable cuando de pronto la puerta de la oficina se abre. La mirada de Ishla e Ijov se encuentran, el hombre que estaba con un genio de mil demonios porque no había podido pega

