Al despertar la mañana siguiente, me levanté más temprano de lo común, para irme sin verle la cara a mi familia, ni siquiera desayuné, solo me vestí y salí lo más apurada posible, como era muy temprano la escuela aún permanecía cerrada, faltaba una hora más o menos para que está fuera abierta, me fui caminando muy despacito, ya que la escuela queda a unos veinte minutos de camino, en el camino me encontré con un parque, entre y me senté en la banca, pensaba en que debo hacer para que mi familia deje de ser tan retrograda, nada se me venía a la mente, y mientras mi cuerpo estaba en ese parque mi mente se iba lejos, entre gritos fuertes escuchaba a alguien gritar mi nombre Gabriela, Gabriela, Gabriela… Reaccioné y cuando voltee era nada más y nada menos que la imbécil de Crystal