—Camilo lo primero que debo pedirte es que me perdones… — —Pero ¿Por qué tengo que perdonarte? Eso es lo que aún no entiendo— —Shhh… déjame hablar por favor— —Está bien, te escucho— —Eres y siempre serás algo bonito que pasó por mi vida desordenada, gracias por haberme soportado y brindado tu amor y amistad incondicionalmente, espero que después de lo que te diré no me odies, pero no me casaré contigo, no debo ni puedo casarme contigo, eres una gran persona y mereces tener una mujer que te ame a tu lado y lamentablemente esa mujer no soy yo…— —Eres increíble Gabriela, por eso me enamoré de ti, porque sabes en qué momento decir las cosas, yo sé que no me amas, es más, siempre lo supe, tu forma de mirarme, de hablarme de expresar tu amor, es diferente a una persona que re

