Isabella Astel Cedars Hospital, Dubái, Emiratos Árabes Unidos Desperté de un sobresalto y agitando mis manos de un lado a otro, tardé en entender dónde estaba, miré a todos lados y había dos mujeres a lado de la cama, una de ellas me miró aliviada. — ¿Dónde estoy? —el dolor de cabeza era fuerte cuando volví a girar, cerré los ojos con fuerza. —Dios mío, eso duele. —Señorita Sánchez, —me llamó una de las mujeres—Soy Amada Flores, —al escuchar su acento y como se llamaba, imaginé que podría ser mexicana o alguien latina, abrí mis ojos y la miré apenas. —Soy su enfermera, —miré a la otra mujer, habló en árabe, pero entendí: “Pregúntale cómo se siente”— ¿Cómo se siente? ¿Tiene dolor? Ha estado inconsciente por más de seis horas. —Sí, me duele la cabeza y el resto del cuerpo. —murmuré haci

