CAPITULO 1

511 Words
El club Drácula tiene que abrir este fin de semana, ¿entendido? - Sí, señor, responden al unísono mis hombres. Los veo desaparecer de la sala de juntas, esta mansión es gigante, aquí convivimos todos, no puedo tener un grupo de vampiros cerca de los humanos, así que mejor las montañas, la ciudad más fría de Siberia, aquí es donde nos encontramos. Rusia ha sido mi país favorito, los siglos pasan y eso es lo único que no cambia. Mansión gigante para resguardar a mis hombres, mis vampiros. Hemos creado una sana convivencia con los humanos, ellos saben de nuestra existencia, nos respetan y nosotros a ellos, muchos desean unirse a nuestro clan, pero pocos lo logran, la transformación es difícil tanto para el vampiro como para el humano, la mordida es letal, y apenas tocamos sangre queremos consumirla hasta que no quede nada. La policía y los hospitales de la ciudad nos alimentan a cambio de proteger a los suyos de otros clanes que matan sin cuidado, nosotros somos exclusivos si se podría decir, matamos criminales y los eliminamos, así mantenemos la ciudad y las celdas limpias. En la ciudad son muchas las personas que donan su sangre, se les da buen dinero por ello, así que no tenemos necesidad de cazar, pero hay entrenamientos diarios para mantener nuestras “habilidades”. Son poderes que solo tenemos los vampiros, velocidades inimaginables, visiones del futuro y muchas cosas más. En nuestra mansión siempre hay seis humanos, convivimos, se puede decir, nos dan su sangre por voluntad y nos ayuda a saciar la sed de cazar, no les hacemos daño, solo nos divertimos con ellos y ellos están a gusto, sus familias son muy bien recompensados y si alguno se quiere ir, puede hacerlo si no tiene la sangre envenenada, ya que podemos pasárselo entre un rasguño u otro y puede despertar siendo vampiro. Llega uno de mis hombres con un vampiro de otro clan. - Dónde están los demás, le pregunto, los siglos de mi existencia ayudan a mantener mi calma, muy pocas veces la he perdido desde que estoy vivo o muerto, depende desde el punto de vista que lo vean. - El gran Vladímir Drácul, te imaginaba más joven. - Tengo muchos siglos encima, pero me mantengo, ahora responde. - No lo voy a hacer. -Empala al vampiro en el patio, deja que el sol haga el trabajo, le digo a mi hombre. Tantos siglos han matado esa pasión por hacer las cosas, me tiene un poco seco de placer, por eso quiero abrir el club, quiero poder coger con putas humanas, el coño caliente de ellas, hace que aparezca un poco de emoción en mí. No es divertido cuando se obligan, me gusta más cuando las tomo por su propia voluntad, me gusta que participen. Es un poco difícil coger con humanas, ya que cuando se llega al orgasmo puedes matarlas, puesto que los colmillos salen y reclaman ser utilizados. Pero eso lo vuelve excitante, poder tener el control de acabar con su vida es un lujo.
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