DOLIDO FABI Mientras Alan y Eduardo se ocupan en lo que ya sabemos, Valeria, mi mamá y yo festejamos yendo por un helado a la paletería que está a dos calles. Vale me mira el anillo puesto cuando una mosca muerta regresa a molestar. — ¡Es divino! Me encanta, pero qué buen gusto tiene mi hermano — expresa Vale — Hola, Valeria, hace mucho tiempo que no te dejas ver — dice Karina — Ho- ho- hola Ka- Karina — se pone muy nerviosa y se va, mi mamá va tras ella preocupada. — ¿Así que tú y Eduardo regresaron? — Sí y ya sé que todo fue mentira, Eduardo nunca me engañó contigo. — ¿Eso te dijo? Que cínico, definitivamente no te conviene — No me importa lo que tú me digas, yo le creo a él y nada más — Siempre supe que eras muy tonta, de seguro ya estás embarazada y por eso se van a casar,

