CONFUSIÓN VALERIA Estoy embarazada, la idea me aterra, pero ya está confirmado, la doctora me dió unas vitaminas y si todo sale bien en, aproximadamente, siete meses nacerá mi bebé, ahora me angustia saber si mi hijo es de Alan o si mis conductas promiscuas durante las lagunas mentales son las que me tienen en esta situación, trato de recordar, pero no hay nada en mi memoria, ni siquiera sobre la noche con Alan, pero coincide con el tiempo de embarazo, así que lo atribuiré a ello. Al salir del consultorio, Fabi me espera ansiosa, pero yo me niego a decirle el diagnóstico. — ¿Entonces, no me vas a decir qué es lo que tienes? — Sólo necesito vitaminas y ya las traigo en mi bolso — ¿Sólo eso? No te lo creo — Ya vámonos que quiero ver a Alan — Pero… — ¿O tú no quieres ver a Manuel?

