LA BODA VALERIA Hoy es el gran día, hubiera preferido que mi mente estuviera más clara, pero no puedo presionar los procesos, según las palabras de mis psiquiatras, el doctor Jiménez y, obviamente, mi hermano. También me hubiera encantado que mis padres estuvieran aquí en este día tan importante de mi vida, ¡Me caso con el hombre que amo! ¡Qué emoción! No puedo evitar las lágrimas al recordarlos y saber que no están, añoro tanto mi madre ayudándome a arreglarme mientras me llena de consejos, y la mirada de mi padre al ver que su niña ya creció y que ahora debería entregar con el hombre que será mi esposo y padre de mis hijos en mi el altar, duele, duele mucho… — En este día no se permiten las lágrimas de tristeza — dice Tina al entrar a mi habitación — Sólo de alegría, Vale — añade

