Estella sale algo mal humorada de la oficina de Daniel, y vuelve a la suya. Al entrar, observa que Julio César ha llegado, y está sentado frente al escritorio, con las piernas cruzadas, conversando con Rossi.
—Buenos días, ¿cómo están? —pregunta Estella con un tono de voz serio «lo que me faltaba, toparme con esta» piensa mientras camina, acercándose a ellos.
—Buenos día Estella ¿cómo amaneciste? —le responde Julio César.
—Buenos días señorita Estella ¿desea que le traiga algo? —pregunta Rossi dirigiéndose a Estella, parada frente al escritorio, junto a Julio César.
Estella a medida que camina hacia ellos, lo único que hace, es detallar a Rossi, su manera de vestir, tan sensual y provocativa «¡Claro si yo anduviera mostrando los senos, todo sería tan diferente!» su postura, y manera d
