El comienzo de todo

829 Words
 Recuerdo cuando tenía 7 años, me encontraba jugando con mis amiguitos muy felices, cuando se me acerca un perro pulgoso y lleno de garrapatas, no tenía pelo y me miraba triste. Yo no podía entender por qué me miraba, por qué me seguía, pero mi alma de niño me dijo que tenía que ayudarlo. Recuerdo que lo cargue con entusiasmo y lo lleve a casa, mi madre me gritaba y me decía: —¿Qué haces tú con ese animal? ¡sácalo de la casa! —yo no podía entender por qué mi madre trataba así a ese pobre perro que solo quería ayuda. Dos lagrimas brotaron de mis ojos y el llanto estallo, con rabia e impotencia le gritaba a mi madre por que no podía tener a este perrito, ella solo busco una correa (Cinturón) y me castigo, en ese día no volví a ver a el animal. Al siguiente día que me dirigía a jugar con mis amiguitos, volví a ver a el perro, esta vez moribundo en un piso con una herida, mi alma y mi corazón se rompieron, no entendí por qué este animal se encontraba en tan mal estado, así que no me importo y lo lleve otra vez a casa, mi madre no se dio cuenta, yo en silencio bañaba y limpiaba al perro, yo tenía mucho miedo al verle la herida y la sangre pero no me importaba tan solo quería que él se recuperara. Recuerdo que mientras lo bañaba el me miraba con dolor en sus ojos, creo que me trataba de decir algo, yo solo seguí haciendo lo que creí correcto. Luego de un momento el perro comienza a convulsionar yo no podía entender que pasaba así que me apresure a llamar a mi madre, mi madre con enojo me gritaba pero a mí no me importaba, con lágrimas y llanto pedía auxilio por ese pobre animal, mi madre me decía —no hay nada que podamos hacer, el perro va a morir—. yo no podía contener el llanto y me encerré en el cuarto, luego de un tiempo decidí salir, el perro aún vivía así que me acerque a él y lo mire, recuerdo que él me miro triste y con un chillido finalmente cerro sus ojos. Pasado unos días culpaba a mi madre, me decía dentro de mí mismo si tan solo ella lo hubiera aceptado tal vez el seguiría con vida. Todos los días la culpaba, era solo un niño inocente no sabía nada de la vida, mi madre no podía entender por qué yo estaba enojado con ella así que me pregunto —¿hijo que te pasa?—. Yo con llanto la gritaba y la culpaba por haber dejado morir a ese pobre animal. Mi madre explico: —Hijo mío discúlpame si te hice sentir mal, pero no podíamos hacer nada, ese pobre animal estaba muy débil, tienes que entender que hay muchos animales en la calle que la gente abandona y maltrata, además tu por más que quieras ayudar no tienes la forma, solo quiero protegerte y evitarte un sufrimiento mayor—. Al escuchar estas palabras de mi madre me sentí un poco mejor y traté de entender lo que ella me decía, sin más seguí mi camino, pero la verdad mi historia con los animales apenas acababa de comenzar. A la edad de los 10 años, ya un poco más maduro había visto demasiados animales callejeros en pésimas condiciones, así que decidí con mis amiguitos conformar un grupo para bañarlos sacarles las garrapatas y alimentarlos, recuerdo que éramos un grupo de 7 niños, 5 chicos y 2 chicas, el primer caso fue un perro viejo y grande, nosotros teníamos mucho miedo pensábamos que el animal nos haría daño al intentar cogerlo para bañarlo, cuando nos acercamos hasta él, notamos que nos movía la colita muy feliz, yo cuando vi que no era un peligro decidí tocarlo. El animal sin duda pudo sentir mi buena voluntad y con felicidad se dejó acariciar, fue una conexión de ambos, me sentí muy feliz al ver que este pobre perro me había aceptado. De inmediato mis amigos y yo comenzamos con el baño y la limpieza, todo era una locura no sabíamos que hacíamos, pero estábamos muy contentos y felices, pero sin duda el más feliz era ese pobre perro. Luego de todo el desastre que hicimos alimentamos al perro, el sin duda se sentía muy contento, en su vida no había recibido tanto afecto solo conocía el desprecio y abandono de las personas, desde ese entonces se volvió un integrante más de nuestro grupo, a donde íbamos él nos acompañaba y nos protegía, decidimos colocarle un nombre era una batalla entre nosotros tratando de elegir un nombre adecuado, yo sin duda lo pensé muy bien y dije se llamara Sombra, a todos les gusto este nombre hasta el mismo animal parecía entenderlo y con un gesto de felicidad dio su aprobación.
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