Habían pasado dos meses desde que Cristine había llegado a casa, y la vida de Valerie había dado un giro completo. Alejandro estaba trabajando arduamente para mantener el equilibrio entre su vida profesional y familiar, mientras que Shelsy también se encontraba ocupada con sus responsabilidades laborales. Valerie y su madre, Katherine, se dedicaban a cuidar de la bebé en casa. Esa mañana, Valerie estaba terminando de arreglarse para salir con su madre y Cristine. Katherine tenía una revisión médica, y Valerie quería asegurarse de que todo estuviera bien con su salud. Habían tenido momentos difíciles, pero parecía que todo estaba mejorando. —¿Lista, mamá? —preguntó Valerie, entrando en la habitación de Katherine con Cristine en brazos. —Sí, cariño. Estoy lista. —respondió Katherine, so

