Después de varios días ocupada con el trabajo y saliendo de viaje debido al proyecto, Shelsy finalmente encontró un momento para reunirse con Valerie.
El lugar de encuentro fue un pequeño café cerca de la oficina, un lugar tranquilo donde podrían conversar sin interrupciones. Shelsy llegó primero, encontrando una mesa en una esquina acogedora. Cuando Valerie llegó, se dieron un abrazo cálido antes de sentarse.
—¡Shelsy, por fin podemos hablar! —exclamó Valerie, aliviada de ver a su amiga.
—¡Lo sé! Ha sido una locura estos días. —respondió Shelsy, sonriendo—. Cuéntame, ¿qué ha estado pasando? ¿Cómo estás tú y cómo está el bebé?
—Oh, Shelsy, ha pasado tanto. —dijo Valerie, suspirando—. Primero, déjame decirte que a mi mamá le darán el alta médica pronto. Está mejorando mucho.
—¡Eso es
