Cuando Alejandro volvió al trabajo el día siguiente, lo primero que encontró fue a Shelsy esperándolo en su oficina. Este soltó una maldición por dentro, pensando si era posible marcharse. —¡Me debes una gran explicación!— Shelsy se levantó del asiento en dónde había estado esperando la llegada de su jefe con una mueca de enfado. —Espero que seas honesto conmigo está vez, Alejandro. El susodicho entró en la oficina y paso por el lado de la mujer, depositando su maletín sobre la mesa y tomando asiento mientras soltaba un suspiro de cansancio. Alejandro miró a su compañera de trabajo pensando seriamente si debía darle lo que pedía. Realmente no estaba de animo para hablar pero al pensar que ella y Valerie habían formando una especie de amistad, sabía que de cualquier forma está se ib

