Capítulo 16: Una Conversación Necesaria No he dormido bien desde que confronté a Miguel en su despacho. Sus palabras —“Eres todo lo que quiero”— se mezclan con las de Laura, con el rumor de la gala, con la imagen de una mujer que no soy yo. Amarlo es como sostener un cristal hermoso pero roto: brilla, pero corta. Me dije que necesitaba tiempo, que no podía seguir viviendo con dudas, pero cada hora sin él es un vacío que no sé llenar. En la oficina, he evadido sus miradas, he mantenido la distancia, pero mi corazón no entiende de orgullo. Hoy, todo cambió, y aunque no sé si estoy lista, siento que algo en mí empieza a sanar. Era viernes, y la oficina estaba más tranquila de lo normal. Me senté en mi escritorio, afuera de su despacho, con una pila de correos que no quería leer. Miguel habí

