El domingo, un día después del festejo de Miguel, Alma Delia y Carlota se quedaron de ver en un Spa nuevo qué le habían recomendado a Carlota. Las dos pensaron que era un buen momento para tomar un descanso y relajarse de la vida cotidiana. Las 2 llegaron puntuales a las 10 de la mañana, se quedaron un momento en la entrada del Spa leyendo los letreros de las actividades y servicios que ofrecían y la duración de cada uno. - Parece que lo que necesito todo - dijo Alma bromeando, las dos rieron. - Podemos empezar con las aguas termales, después la sauna y un masaje en la terraza. - Me parece buena idea. - Hace mucho tiempo no venía a un Spa. - Igual que yo, me enfoqué solamente en el gimnasio, pero siempre hace falta algo más relajante y reconfortante. Se introdujeron al Spa y solicit

