Espinas y detalles

1260 Words
Obtuve todos los detalles buenos de la pedida de mano, y cómo habían ido a desayunar con mis papás esta mañana, y sus tíos, los cuatro, estaban bastante emocionados, no más que mi hermano y ahora mi cuñada/mejor amiga. Las dos salimos a decorar para un evento y todo estaba combinado con n***o y plateado, era para una boda de platas. Mi amiga no paró de cotillear con respecto a su futura boda y le prometí que tendría algo especial. Ella dijo que esperaría que fuese luego de mi parto, puesto que, ellos querían vivir juntos primero y ver qué tal funcionaban antes de poner una fecha o casarse, ambos querían algo sencillo, mi hermano no creía mucho en las bodas o el matrimonio por las malas experiencias de mi padre y su madre. Los festejados llegaron a ver como se veía el salón, les mostré cada uno de los espacios y la elección de decoraciones habíamos puesto los candelabros de plata, las luces blancas, manteles negros sobre el mantel, un encaje de color plateado. —Me encanta. —dijo la señora mientras daba pequeños aplausos. —¿A ti cariño? —Está hermoso, Helena. —Contestó él. —Lo importante es que te guste. —Le dio un beso en la frente y ella asintió. —Se ve turbio y brillante como lo últimos años. —Helena, la gente a estas alturas finge haber sido feliz siempre—dijo su esposo y la mujer rodó los ojos antes de acercarse a nosotras y tomarnos de las manos. —Ada y Laini, uno finge ser feliz el día de su boda, y después de que llegan los hijos finges todos los días que los amas, cuando cumplen diez, veinte o cincuenta años de casados, ya él sabe que lo has odiado más veces de lo que le amas. —Caray, nuestras hijas se reúsan a casarse, ¿les das consejos tan útiles? —No son ciegas, ¿Serena, cuán feliz eres? —¿Lo que le digo a mi mamá o lo que le digo a Laini? —Ambas. —pidió Raúl con una divertida sonrisa. —Mamá, es un abusivo, cabrón, maldito, demoniaco. Laini, Nunca debí casarme, ¿estaba drogada, qué pasó con el mundo? Pero criamos a siete chicos juntos y es complicado… el sexo deja de ser una campaña de manipulación. —todos rieron.—Ahora… señora, usted tiene que ir al spa que le dije, ya casi es su cita y usted también necesita ir por su premio. —Les guiñé un ojo y Laini los acompañó hacia la puerta. Cuando volvimos a la oficina nos dijeron que mi hermana fue llevada al hospital, llamé a mi mamá, quien confirmó que estaba hospitalizada a causa de una depresión severa que se complicó, en términos de mi mamá; que quieren ocultar que Ada simplemente intentó hacer una estupidez. Mi hermana llevaba días sin comer y las hormonas estaban matándola, porque realmente se las habían cancelado y le estaba realizando exámenes. Me iba a ofrecer, pero, teníamos que ir a una iglesia a preparar los arreglos para un bautismo, y decorar el jardín para la comida. Me preocupó el estado de salud de mi hermana y el resto del día pro no surgió el momento y para la tarde cuando llegué a casa me senté en el sillón y en poco quedé dormida. Cuando desperté Facundo me aceró un plato de sopa de calabaza con mariscos, sabía y se veía fantástico y mi estómago al igual que el resto de mi cuerpo lo agradecieron. —¿Dónde la compraste? —pregunté. —Agárrate, Xiomara la hizo especialmente para ti. —Está perfecta. —Sonreí orgullosa, desde que su madre murió se había alejado por completo de la cocina o los quehaceres, pero primero lo disfrutaba de verdad, improvisaba en la cocina desde pequeña, primero con emparedados, luego postres, batidos y finalmente comida, y a diferencia de Sofía, su comida era genial, tenía un excelente paladar y una sazón sensacional. Mi madre había puesto bastante empeño en que tomara en serio las clases de cocina. Terminé de comer y llevé el plato a lavar, agradecía a la cocinera quien estaba limpiando la cocina, como si yo jamás lo hubiese hecho bien en mi vida, me reí interiormente y me senté en el banco y bebí un poco de té mientras conversábamos. —¿Así que de cuánto estás? —preguntó mi cuñada y elevé una ceja. —¿Dos semanas o tres? —¿Por qué me preguntarías algo así? —Bueno… los vómitos, las diarreas, temperatura, mareos, te duermes como si algo te golpeara en la cabeza y mi hermano… —Reí. —Esta mañana nos hizo hablar por medio de susurros y estuvo intentando hacer una sopa desde que te vio dormida en el sillón. Es más patético de lo normal y no sabe guardar secretos. Esta tarde, mientras regañaba a mis hermanos, sonreía, cuando llenaba su pecho de aire, lo hacía con esa masculinidad que dice: preñé a mi esposa. —Acabé de reí, y negué con la cabeza. —Tengo más, solo que se lo dije hasta ahora. —Dejó la esponja y se sentó a mi lado. —Suelta el chisme, soy genial. Le conté todo y me miró enternecida hasta limpiarse las lágrimas, no podía creerlo, era la primera persona a la cual le decía que eran cuatro y no había dejado de llorar desde entonces. —Mamá hubiese adorado mimarte y ser sapa contigo, para ahorita la odiarías. —Tu hermano solo sabe que tendremos un bebé. —Es suficiente. —Mejor, mejor, mejor, excelente hermana mundial, mañana tienes que ir al colegio. —Dijo Fack antes de besarle la frente y que ella le abrazara. —Estoy demasiado feliz por ti, bueno por los dos, si es niña le llamamos Xiomara Bonita. —los tres reímos. —dormirá en su cuarto hasta que cumpla un año, más les vale conseguirme un apartamento porque soy la tía divertida y consentidora. —Dijo antes de subir a su habitación, Facundo me llenó de besos y luego acabó con mis labios; los sentí hormiguear, cuando nos separamos, sentí sus manos bajo mi blusa, mantuvo su mirada sobre la mía, tomé sus manos y las coloqué sobre mi estómago, me relajé y le dejé acariciar. —Se siente bien. —dijimos al unísono. —Es demasiado cálido. —Comentó Facundo. —Nuestro bebé. El teléfono de la casa sonó y Facundo rodó los ojos antes de sacar sus manos de mi vientre e ir a tomar la llamada. Su rostro pasó de serio a preocupado en tan solo segundos, asintió y dio respuestas breves antes de colgar. —Necesitamos hablar. —Comentó y me dio la mano para volver a llevarme al sofá, le miré seria y tomé asiento a su lado. Fack se las ingenió para que quedara sobre sus regazos. —¿Sabías que tu hermana está en el hospital? —asentí. —Al grano, Fack. —Ada, está hospitalizada. Su caso es bastante complicado, pero no podemos ir a verle. —¿Por qué? —Le declararon deprimida y verte ahora es para que te haga pasar un mal momento. Tu papá está estresado, tu mamá preocupada, Ada ahorita está bastante mal… —¿Quién te dijo que no podía ir? —Tu mamá dijo que era lo mejor en tu estado, la situación está tensa, tus papás están preocupados por ella y tu mamá no quiere tener que preocuparse por ti.
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