Viaje ajetreado

2159 Words
Íbamos junto a mi madre a visitar a mis abuelos, quienes viven a las afueras de la cuidad, ese día mi padre no pudo llevarnos debido a compromisos de trabajo, por lo que nos vimos en la necesidad de tomar un autobús foráneo, este tipo de buses, siempre van atestados debido a que existen pocas corridas y cuentan con paradas restringidas, además que es un trayecto largo y es el único medio de transporte de la región, bueno pues, ese día nos dirigimos a la terminal principal, donde esperamos en una larga fila a que llegara algún bus, delante de nosotros existía gran cantidad de gente esperando, todo debido a que la descompostura de uno de los buses había causado un considerable retraso en sus corridas y la gente se había acumulado mas de lo común. Mi madre se había comenzado a desesperar por la tardanza y yo ya estaba cansada de esperar, por lo que decidimos, que sin importar si nos tocaba de pie o sentadas, igual nos iríamos, ya que no desperdiciaríamos el tiempo invertido en la fila, al retirarnos a casa sin visitar a los abuelos, al fin al cabo de unos minutos arribo el ansiado autobús, de inmediato la gente se dio a la tarea de abordarlo, casi de inmediato se encontraba a reventar, tocándonos a nosotras de pie en el pasillo central, completamente atrapadas entre un mar de cuerpos, allí quedamos un poco separadas una de la otra, no mucho, solo nos separaba un hombre como de 30 años, que se encontraba junto a mi madre, quien debido al calor ese día se le ocurrió ponerse un vestido largo a las rodillas, muy delgado, de tipo aldeana, de esos entallados por la cintura pero de vuelo por la parte baja y que por la parte de adelante cuentan con una larga fila de botones, es tan delgado este vestido que si se mira a tras luz se aprecia completamente su figura, con ese vestido se le marcaba mucho su firme culo e incluso se notaba a la perfección el canal que separa sus nalgas, esto también debido a la tanga que mi madre llevaba puesta aquel día. Al fin se puso en marcha el bus y al cabo de unos minutos del viaje pude notar ciertos movimientos raros del tipo junto a mi madre, sobre todo de sus brazos, pero no alcanzaba a notar el por qué, pero cuando se hizo un espacio en la muchedumbre pude notar como el tipo tenia su palma de la mano completamente abierta tomando descaradamente el culo de mi madre, la cual parecía no notar tal atrevimiento, ya que miraba al frente como sin nada ocurriera, el fulano frotaba las nalgas de mi madre en forma circular, así como le recorría el culo de arriba a abajo, incluso note que en repetidas ocasiones colocaba sus dedos en la parte central de sus nalgas, completamente metidos en la raja del culo de forma por demás descarada, como es posible que mi madre no sintiera tal intrusión a su intimidad, que no se percatara de que la estaban manoseando, fue entonces que me enfadé, quería echarle a perder la fiesta al fulano, por lo que de forma muy difícil logré acercarme a mi madre empujándolo con mi cuerpo, logrando separarla lo suficiente del extraño y logrando colocarme cerca de mi mamá, mi madre solo me sonrió y se acomodo haciéndome un espacio a su lado, solo que esta vez mi madre quedó completamente de espaldas al fulano y yo frente a ella, por lo que no podía observar la parte trasera de mi madre, tapando a mi vista todo lo que pudiera suceder atrás de ella. Continuamente la miraba a la cara pero no notaba ningún gesto raro en mi madre por lo que pensé que mi ya madre no era molestada por el tipo, pero al cabo de unos minutos, sentí nuevamente movimientos raros, solo que movimientos eran en el espacio entre mi madre y yo, así que baje la mirada y note como una mano masculina discretamente desabotonaba la falda de mi madre, como lentamente abría de uno en uno los botones de su ropa, dejando solo el botón de la cintura, supongo que esto era para que no se le cayera la falda a mi madre, así siguió logrando dejar las diminutas bragas de mi madre completamente a la vista. Se le veía todo, aún no me puedo explicar cómo no le dije nada a mi madre, ya que me quedé petrificada ante la situación, solo atiné a mirar que era lo que esa mano tenía en mente, así que callé y me limité a observar. Entonces la mano ayudada por la otra, comenzaron a tirar de la falda de mi mamá hacia atrás, donde supongo debe haberla atorado en algo para que no volviera a la parte delantera, ya que mi madre tenía su sexo y muslos por completo al descubierto, era como si no llevara falda, así pues la mano volvió al ataque, deslizándose lentamente por sus muslos, los acariciaba recorriendo su blanca piel, se notaba como apretaba sus carnes, marcando sus dedos en sus caderas y muslos, encaminándose lentamente al sexo de mi madre, hasta llegar a la escasa tela de su tanga, donde de inmediato se poso en su abultado sexo, notaba como su dedo corazón delimitaba toda esa zona, tratando de memorizar cada centímetro del pubis de mi madre, la cual parecía seguir sin mostrar ningún tipo de reacción, era como si esa mano fuera la de un fantasma y no estuviera invadiendo su sexo, para este entonces yo tenía sensaciones completamente nuevas para mi, me llenaba de morbo mirar como mi madre era usada de tal manera, tenía gran curiosidad por ver que era lo siguiente que el tipo le haría a mi madre y que es lo que ella sentía para permitir tal atrevimiento. De pronto muy lentamente la mano se dirigió al elástico de su ropa interior y se introdujo dentro del tanga, notaba como su mano se movía en ese pequeño triángulo de tela, incluso algunos dedos salían de tan escasa prenda, así como algunos bellos del sexo de mi mamá, fue hasta este momento que mi madre por fin dio muestras de vida, ya que pude notar como sus piernas se arquearon ligeramente, supongo que para facilitar que el desconocido tuviera mejor acceso a sus partes intimas, incluso levantó mas su culo presionándolo discretamente hacia el m*****o del tipo detrás de ella, estaba comprobado que mi madre consentía el manoseo pero lo disimulaba para evitar que me diera cuenta, supongo que para no quedar en vergüenza ante mi, la delgada tira de su tanga fue metida en el canal delantero de su v****a. De pronto un escalofrío me electrizó el cuerpo, cuando sentí una mano que me palpaba el culito, por lo que dirigí mi mirada a mis nalgas y pude notar que era el mismo tipo que manoseaba a mi madre, solo que utilizaba su mano libre para palparme el culo a conciencia, supongo que al notar que mi madre no decía nada, pensó que yo seria igual de dejada que mi madre, como dicen de tal palo tal astilla, lo cual no estaba lejos de la realidad, ya que las escenas con mi madre, me habían acelerado el pulso, rompiendo mi resistencia ante los manoseos del fulano, al contrario, ansiaba que el fulano continuara de forma mas atrevida. El tipo se estaba deleitando de lo lindo con madre e hija, fue entonces que reparé en algo, justo en la parte baja del sexo de mi madre, asomaba una brillante carne roja. Era el pene del desconocido que se friccionaba entre los muslos y el sexo de mi madre, como si la estuviera follando, solo que sin penetrarla, eso quiere decir que su pene era descomunal, al poder verse por la parte de enfrente de mi madre. Así fue que mi excitación llegó al grado de la locura, cuando nada te importa, solo quieres que tu calentura sea satisfecha, me puse de lado presentándole en vez de mi culo, mi vientre casi infantil, para facilitarle al tipo que tuviera acceso a mi coñito, mi acción no pasó desapercibida por el desconocido y claro que el tipo no dejo pasar la oportunidad de tocar mi cosita. Fue increíble la sensación cuando al fin su mano se poso directo en mi, mis piernas perdieron fuerza, se volvieron de trapo, como yo llevaba una faldita pequeña, no le fue difícil tomar el vuelo de mi falda y meter su mano, directo sobre mi piel, primero tocando mis muslos, para después sobar mi sexo sobre mis cándidas braguitas y con su dedo central colocado entre mis labios vaginales, presionando levemente tratando de meterse a mi agujerito pero la tela de mi braga dificultaba la operación, me manejaba el botoncito de tal forma que me sentía como extraviada, fue entonces que en un magistral movimiento, tomo el elástico y deslizo uno de sus dedos bajo ellas, tocando mi sexo completamente ausente de vello, por lo que imaginen la excitación del tipo acariciando un coñito completamente calvo. La fantasía de cualquier hombre, calvo y virginal. Durante la mayor parte del viaje mi madre y yo ni siquiera parpadeábamos, tratando de aumentar el grado de sensación, hasta que en cierto momento, pude notar como las caderas de mi mama, se movían impulsadas desde atrás, en un vaivén de atrás a adelante, el tipo aumento el ritmo de sus embestidas, también pude notar como una de sus enormes tetas se encontraba atrapada en una de las manos del fulano, entre los dedos del señor se apreciaba el pezón erecto de mi madre, después de un apagado resoplido por parte del extraño, pude notar a la perfección cuando el tipo arrojo un liquido blanco y baboso, mojando en abundancia la tanga de mi madre, tanto que los pelos de su coño se notaban perfectamente a través de la tela, mientras un hilillo blanco se deslizaba lentamente por sus muslos. Una sensación eléctrica me sacudió de pies a cabeza, y sentí como si me orinara. ¡Era mi primer orgasmo! Mi madre que no sabía que yo también disfrutaba del momento, se comenzaba a arreglar su ropa, esparciendo con sus manos el semen en su piel y abotonando de nuevo su falda, creí que todo había terminado cuando aprovechando un reacomodo de la gente, el tipo se coloco frente a mi, muy pegado, tanto que me percate que su m*****o se volvía a poner duro, el tipo aprovecho para subir una mano y tocar mis senos, que apenas comenzaban a formarse, tomando especial interés en mis pezones, su otra mano frotaba su pene sobre mi falda y sentí como su pene erecto se apoyaba en mi. Su mano levantó mi falda y deslizando de lado mi braga, lo apoyó en mis labios vaginales, el calor de este trozo de carne era delicioso, claramente notaba como trataba de abrirse paso en mi virginal sexo, fue entonces que el tipo aprovechando que el autobús se detuvo, me empujó con fuerza su m*****o y me penetró, arrancándome un apagado grito, el cual fue opacado por las quejas de los usuarios del bus para con el chofer ante tan brusco movimiento, mi madre por supuesto tampoco lo notó. El tipo me tenía cargada, mis pies no tocaban el suelo, yo discretamente me sostenía de su cuerpo como podía, mientras tanto el tipo me bombeaba discretamente, me había arrancado mi virginidad, pero en esos momentos no me importaba, era delicioso. Después de unos minutos de alojarse en mi estrecho sexo, sentí como un torrente de liquido caliente me llenaba las entrañas, por fin el tipo me depositó en el suelo, pasado cierto tiempo sentí como su flácido m*****o abandono mi cálida funda, completamente húmedo, mientras por mis piernas su semen, mi sangre y mis flujos se escurrían por mis piernas. Fue cuando mi madre me volvió a la realidad, para decirme que ya llegábamos a nuestro destino. Al tratar de bajar, noté como tanto a mi madre como a mi, varias manos nos tocaban lo mas que podían, a mi madre un tipo le apretó rápidamente su enorme culo, a mi en tanto alguien logró arponear mi culito, aprovechándose de lo atestado del bus, metiendo rápidamente como dos dedos en mi ano, de forma algo violenta, ya que sentía que mi agujerito me dolía ante tal invasión, de no ser por la ayuda de mi madre no hubiera podido bajar, ya que este tipo, el que me metía los dedos en el ano, me tenia cogida por un brazo, para impedirme bajar rápidamente, pero ante los jaloneos de mi madre logramos al fin abandonar el autobús. Una vez abajo, al caminar sentía como los líquidos que escurrían de mis orificios se embarraban en mis muslos, mientras el aire ayudaba a secar estos fluidos, recordándome como deje mi virginidad en un bus.
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