Fátima

541 Words
Que se joda…   Sin disimular, me encuentro acostada mirando el techo. Crisis existencial. Lágrimas recorren mis mejillas hasta tocar mi pecho. Esto es dolor, esto es vida. Si no has sentido dolor en un momento en tu vida, no creo Que al menos hayas vivido.                                                   Vida…   Sus arrugas se veían más visibles. Sus parpados más caídos. La vida estaba dejándole huella, y ella seguía sonriendo, luchando cada día. La vida la trató mal en su infancia, y ahora era recompensada con más trabajo del que merece para su espalda. La amo. Es el único motivo por el que sigo aquí. Se sentía cansada. Era hora de que disfrutara todo lo bueno que hizo en la vida. Se merece mucho más.                                             Nada…   Tengo el corazón roto, estoy sintiendo el dolor. Aunque ya esté sanada, todavía siento el dolor punzante en mi pecho Lloro mientras me creo la mentira, mientras Finjo estar bien, y que no me afecta. Podemos mentirnos una vez más y fingir que te conozco Cuando en realidad nunca te conocí.                                                 Alguien…   Todo es complicado, esperando que podrías cambiar La oscuridad emergió cuando mencioné a tu papá, Tus ojos se oscurecieron y tu semblante cambió, Creo que toqué un nervio tuyo. Te encerraste con llave, y no pude sacarte más Me rendí demasiado pronto o me fallaste demasiado Rápido, no sé quién falló primero... Pero si tomaste la primera oportunidad para irte, aunque Te di una segunda y esperaba darte una tercera. Con el nudo en la garganta te digo las palabras que creí No poder decirte y las cuales te dolieron ¿seremos amigos? Al principio esperé que vinieras por mí, pasaron días y semanas Cuando me di cuenta que eso no iba a pasar, me rendí. Y encontré un reemplazo, el problema que seguías en mi mente y lo jodí todo con esa persona. Estoy mejor sola. Me encanta abrazarme a mí misma, Estoy feliz al final. Y no eres mi amigo ni mi amante. Eres nada en mi vida.                     Falsedades…   Miré a todos en la mesa, había entendimiento en sus ojos, Estaban burlándose de mí. Te miré a ti una última vez, y lo comprendí, estabas jugando con mi corazón y mi cuerpo. Reprimí las lágrimas, no iba a llorar. Entendí que no tenía amigos, y que en la persona que confiaba También me mintió. Todo fue una mentira. Sonreí. ¡Que hipocresía!                                             ¡Ramera!...   Cuando tu cuerpo reclama atención, no quiere decir que eres una ramera. El cuerpo de una mujer reclama las miradas de los hombres porque está en la naturaleza del hombre mirar lo bello. Si usted piensa que una mujer es ramera por vestir pequeñas ropas, usted debe ver dos veces bien, o tiene un serio problema con su EGO.                                                   Alucinaciones…   Día uno, empiezo verte en todos lados a donde voy. Déjame irme, suéltame. Que yo ya lo he hecho.                                                           Reemplazo…   Todas las personas podemos ser reemplazadas. La diferencia estriba en que el rechazo de todo lo que una vez diste, te es botado en cara como gritándote “ya no me sirves” Aunque hayas dado todo por quedar bien con esa persona. Solo te hacen a un lado, y dicen “next”.      
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD