Subiendo la Apuesta Yaina miró a su hermano escoltar a la reina y Dana al rey, pero no habló hasta que Alex la hizo girar a lo largo de la pista de baile. - ¿Todo bien, Yaina? - le preguntó Alex. - Si, - le sonrió - tienes magia de hielo en tu traje - le dijo tocando la tela del traje. - Puedo sentir la magia en todo el salón. - ¿Crees que Jaim…? - Hay magia de Jaim por todos lados. - Oh, vaya - le dijo Alex girándola - No te preocupes, es tu día. Alex le sonrió, pero Yaina no dejaba de pensar en lo extraña que se sentía. Podía percibir la magia alrededor y en ella misma. Miró a Jaim y este lo miró de regreso con una sonrisa. - Yaina, - su hermano la obligó a mirarlo sujetando su barbilla - deja de preocuparte. - le dijo desplazándose en la pista de baile - ¿Qué pasa? - No sé si e

