84

1491 Words

Cuando escuchó la puerta cerrarse, pero sin ninguna voz, Yaina se giró y al reconocerlo se estremeció con sorpresa. - ¿Pensaste que era las criadas? - le preguntó acercándose. Estaba de pie junto a la cama y vestía una bata a juego con la suya con el cabello suelto casi llegando a su cintura. - Lo siento. - su voz sonó más nerviosa de que hubiera querido. Sabía que Kairon no sentía nada por ella, sólo la veía como la mejor amiga de su hermana menor y ahora como una socia por el contrato debido a su linaje, talento como noble y por cumplir una orden de su padre, el Emperador debido a la amistad con su padre. Había pensado en numerosas formas de escapar de este contrato, pero Kairon tenía razón. Todas las posibilidades que pensó y planeó siempre terminaban en la posibilidad de ser atrapad

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD