El caballero miró al príncipe y luego a la joven por un momento. Cuando el emperador le había pedido ir a Odea como escolta de la princesa, estuvo a punto de negarse ya que no había escuchado de que el vínculo se hubiese creado. Mirando la muñeca de la joven, no había marca. Había visto como la princesa perseguía al príncipe en su infancia como un gatito, pero él no le había prestado atención. Incluso la había rechazado hace cinco años. Había escuchado al emperador regañar a Kairon, pero éste no había cambiado de parecer ¿Por qué ahora? El ver al espíritu del león proteger a la joven y mostrarse directamente a gente de Odea era aún más extraño. Nunca lo había visto antes, ni cuando el emperador proclamó que su primo tenía el espíritu cuando tenía ocho años. Podía asegurarlo porque había si
