- - - - AMELIE —Pero, Oliver aún tenemos algunos temas que tratar —dice Camille conteniendo su molestia. —No tardaré —responde él, ella se cruza de brazos, este toma las llaves de mis manos y se adelanta a la puerta mientas Alaska toma mi mano después de ponerse se abrigo y me lleva con ella. Camille sube las escaleras a pisotones mientras Atlana le ofrece jugar un videojuego a Caty y a Lyon. Estando afuera Oliver abre la puerta para ambas, Alaska ríe por la caballerosidad de Oliver. Unos segundos después estamos cruzando la reja de la entrada. Observo su forma de conducir, lo diestro que es y de alguna manera mis ojos no pueden separarse de sus movimientos además de que su perfume masculino al tiempo que, exquisito, combinado con el aroma de su cazadora de piel se encierra en el

