Este beso fue diferente al anterior, era más lento debido a la seguridad que ambos tenían sobre que sus sentimientos eran recíprocos, el joven uso su mano izquierda para recargarse en la pared mientras mordía suavemente el labio inferior de Olivia quien por inercia entreabrió los labios permitiendo que la lengua de Paolo explorara cada rincón de su boca. La joven de cabello rubio dejo que el Vizconde tomara el control, esta situación que fue rápidamente comprendida por el más alto causando que introdujera su mano izquierda debajo de la falda de la mujer empezando a acariciar con sus dedos aquella piel cálida. Los dos estaban en su propio mundo, disfrutando del momento hasta que una tos falsa los sacos de su pequeña burbuja. Olivia se separó de su pareja con un pequeño gruñido antes de ver

