Los ojos rasgados de Anielka se abrieron de golpe, la joven que estaba sentada a a su lado giro su rostro para ver a su padre adoptivo esperando obtener una respuesta positiva. Asterin espero varios minutos en silencio hasta que una suave carcajada ligeramente ronca causo que el resto de Vampiros se estremecieran. La joven de ojos bicolor motivadas por su impaciencia, se acerco rápidamente al joven de cabello oscuro.
- ¿Y bien?
Los ojos dorados del mayor brillaban debido a la satisfacción de encontrar lo que había estando buscando durante varios años. Sus ojos divisaron a su hija quien mantenía una mueca infantil sobre su rostro mientras sus mejillas se encontraban ligeramente infladas, el joven de cabello liso acerco su mano hasta la cabeza contraria para darle unas cuantas palmaditas con una suave sonrisa en silencio.
- Asterin, la encontré. - Le comento con una suave sonrisa, los ojos con heterocromia de la fémina empezaron a brillar por la felicidad que sentía, después de ciento cincuenta años de búsqueda finalmente su padre logro obtener lo que deseaba.
- ¿La vamos a llevar a casa? - Cuestiono ignorando el origen de la joven.
La sonrisa en su rostro desapareció, el líder de la mafia permaneció en silencio mientras alejaba su mano del cabello color miel. Escuchaba a los grillos en medio de la negrura, sin embargo, la tranquilidad fue interrumpida cuando sus sentidos aumentados escucharon una cantidad considerable de hombres cabalgando a su dirección, sin duda eran los soldados del Imperio de Impure que se dieron cuenta rápidamente de la situación de su Emperatriz. El joven cerro sus ojos con fuerza antes de suspirar pesadamente por lo que se aproximaba.
- La vida nunca es como deseamos, independientemente de las especies mágicas. - Comento antes de sonreír ampliamente dejando ver sus colmillos, su lengua lamio su labio inferior entusiasmando por la cantidad de sangre que pensaba derramar esa noche.
Sus ojos dorados como el mismo oro volvieron a abrirse dispuesto a decir cuales serian sus próximos movimientos, pero sus palabras quedaron a medio camino cuando un objeto frío se adentro en su interior. Era un arma blanca que había atravesado su costado, en consecuencia, debía ser un arma empuñada por la mujer que tenia cerca.
- Esta fría. - La voz de Shadow era calmada, era lo opuesto a la respiración que podía sentir de la mujer de cabello rubio que era una respiración de Olivia era herética debido a la molestia por ser puesta fuera en combate con facilidad.
Fue un golpe directamente a su ego. Lo iba a hacer pagar.
- Con gusto te hare experimentarlo con más intensidad, Daddy. - Su rostro se encontraba pálido, causando que la sonrisa instalada sobre sus labios rojos fuera más notaría.
El joven debía de admitir que se encontraba sorprendido por la fuerza de Ortswan aunque estuviera en pésimas condiciones. El filo de la daga se incrustaba cada vez más en su costado, cualquier persona empezaría a padecer un dolor insoportable, sin embargo, Anielka estaba extasiado por el dolor que sentía, lo disfrutaba.
- Sigue con las cosquillas. - Anielka a pesar de tener un arma en su costado, que podría significar n órgano vital perforado, se encontraba inusualmente sereno causando sorpresa en la joven de ojos negros.
Sus ojos dorados se encontraron con los rasgados de Olivia. Shadow busco en lo profundo de sus mirada, encontrando varios sentimientos reprimidos que se empezaban a juntar de una manera aterradora en una ira incontrolable cantidad de mana oscuro, también encontró una chispa de mana casi pura en su interior. Su mente en ese momento empezó a intentar buscarle una explicación a lo ultimo.
- ¡Papá! - El grito desesperado de angustia Asterin causo que volviera a la realidad, de reojo observo a la pequeña, se había lastimado los labios con sus propios colmillos en un vano intento de calmar sus emociones.
- ¿Eres padre? - La nueva información desconcertó a Ortswan que empezó a ejerce menos fuerza, sus ojos observaron a la joven que aparentaba tener la misma edad que su sobrina chasqueó su lengua con desaprobación. - ¿Qué clase de padre lleva una niña a un campo de batalla?
La Emperatriz evitaba acabar con la vida de sus enemigos delante de sus ojos porque creía que los hijos eran inocentes de los pecados de sus padres. Era innecesario que sufrieran daños de manera directa o indirecta por culpa de sus progenitores.
- Es suficiente, sweetie. - Sus manos bajaron hasta el mango del cuchillo que estaba siendo clavado en su interior.
Anielka sintió el tacto suave de la monarca del Reino rival, estuvieron forcejeando unos cuantos minutos antes de poder sacar el arma de filo Combat de su interior, cuando logro quitárselo de las manos, lo arrojo a los pies de su hija quien rápidamente lo escondió en su cinturón para asegurarse que no volviera a repetirse. Shadow usando su velocidad inhumana así como su fuerza sobrenatural, acorralo a la mujer contra el piso de piedra, usando una sola de sus manos retuvo las contrarias mientras usaba su brazo izquierdo para no aplastar su cuerpo.
- Saliste más rápido del hechizo de lo que pensaba.... Estoy impresionado, Sweetie.- Susurro con una voz gruesa mientras una mueca de disgusto empezaba a formarse sobre sus labios. - Eres una humana resistente e interesante, Emperatriz. Sera divertido comenzar a casarte para que me pertenezcas.
- Cierra tu asquerosa boca. - La voz de Olivia estaba repleta de odio, e incluso se olvido de las formalidades para escupir en la mejilla contraria.
Una risa gruesa se escapo de su garganta.
- ¿Acaso, no tienes miedo de morir? - Cuestiono pasando rápidamente su mano izquierda sobre su mejilla limpiando el escupitajo mientras únicamente se mantenía erguido en su posición por la fuerza de sus piernas. - Estas retenida por mi, rodeada por varios vampiros que podrían acabar con tu miserable alma en menos de un minuto ¿No sientes temor?
- ¿Por qué debería estar asustada de una vieja amiga? - Su respuesta fue dicha con serenidad, no era la primera vez en su vida donde tenia la muerte cerca de su alma.- Las personas como tu me repugnan.
- ¿Cómo yo?
- Presumes, pero no demuestras nada. Si quisieras matarme, lo hubieras hecho desde que me atrapaste. - Su tono de voz denotaba el fastidio que sentía al tratar con el líder de esta banda criminal de chipa sangre, coloco sus ojos en blanco antes de cuestionar. - ¿No era lo que esperabas como una reacción, verdad? Eres predecible.
En realidad.... Era una buena lógica para el resto de los Vampiros que conocían las habilidades desde muchos años atrás, Shadow era capaz de matar a cualquiera antes que pudiera defenderse. Una suave sonrisa lobuna se instalo en los labios de Anielka, se acerco a uno de los odios contrarios para susúrrale con una voz gruesa y seductora.
- La hare arrepentirse de sus palabras, Majestad. - Dijo para posteriormente morder el lóbulo de su oreja causando que la joven tuviera que reprimir un jadeo.
Los miembros de la mafia estaban rodeándolos en completo silencio, esperaban una orden de su superior. Shadow, por otro lado, estaba realmente tranquilo mientras rozaba con sus colmillos la pálida piel del cuello de la mujer con hermosos risos de color amarillo como el sol que debido a su naturaleza no podía apreciar, los ojos de Olivia estaban fijos en las estrellas mientras esperaba pacientemente a su ejercito.
No tuvo que esperar demasiado.
Una flecha disparada por Adonis golpeo el hombro del joven de cabello oscuro debido a que el arma estaba reforzada con magia, el cuerpo de Anielka termino cayendo al suelo de espaldas. Los vampiros jadearon de sorpresa antes de ver a la segunda al mando, Asterin únicamente asintió dándoles permiso de atacar como les dieran la gana. La mujer de ojos oscuros aprovechando la oportunidad que Adonis le estaba ofreciendo, se levanto rápidamente del suelo para desenfundar su espada, apunto directamente al cuello del joven de ojos dorados mientras sobre sus labios gruesos existía una sonrisa burlona.
- Perro que ladra, no muerde. - Dijo con calma.
Esa respuesta golpeo de manera brusca el ego de Anielka.
(...)
El pueblo se convirtió en un completo desastre.
Los soldados del Imperio de Impure estaban luchando firmemente contra los vampiros que conformaban la mafia Blackdogs, el sonido de las armas chocando alertaban a sus habitantes de la aldea minea que era mejor quedarse en sus hogares antes que salir para ser una victima inocente. Olivia Ortswam lideraba la defensa de su paìs mientras observaba de manera calculadora a su adversario que levanto el dorso de su mano derecha hasta su mejilla para limpiar la sangre que bajaba por su mejilla hasta su mentón debido a un corte recién provocado por la fémina.
Sus ojos dorados analizaban a la mujer frente a él, debía de reconocer las habilidades de la fémina con una espada. Era lo suficientemente fuerte para hacerle frente a un cazador de umbra*, sin embargo, sus movimientos parecían por momento volverse irracionales cuando la impaciencia golpeaba su alma.
Eran pequeñas brechas que el joven de tatuajes pensaba utilizar a su favor.
Un suave suspiro escapo de los labios de Olivia mientras alrededor de sus manos así como sus brazos, el mana de color fucsia comenzaba a rodearla, porque en esta lucha se encontraba impulsando sus habilidades físicas mediante un elevado nivel de magia. Anielka sonrió antes de mejorar su agarre sobre el mango de su espada antes de abalanzarse nuevamente con su velocidad sobre-humana sobre la Emperatriz. La joven de ojos oscuros levanto su espada cercana a su cara mientras bloqueaba el golpe, sus orbes se encontraron demostrando la frialdad de ambas personas así como su sed de victoria.
- Eres terca, eso me encanta. - Susurro el hombre mientras usaba más fuerza buscando hacerla ceder.
- No permitiré que nadie usurpe mis tierras y lastime a mi gente. - Dijo con una voz fría causando que los ojos dorados brillaran más, obtenerla sería un reto divertido que lo mantendría entretenido por una importante cantidad de tiempo.
- ¿Cuál es la necesidad de llegar a este punto? - Sus labios delgados emitieron un ligero ruido de fastidio, Shadow alejo su espada al mismo tiempo para posteriormente dar una patada al estomago de la Emperatriz.
El golpe en el estomago de la Emperatriz fue proporcionado con la fuerza exagerada de los vampiros, en consecuencia, la joven de cabello rizado voló varios metros hasta que su espalda chocara bruscamente contra uno de los muros de piedra de las casas cercanas a la plaza. La fémina de labios gruesos escupo una considerable cantidad de sangre mientras un dolor intenso golpeo su lado izquierdo causando que se cuestionara el estado de salud de sus propias costillas.
Sus ojos oscuros estaban sobre la figura del hombre.
El líder de la mafia empezó a caminar con paciencia en medio del caos, sus pasos eran lentos mientras divisaba con calma como sus hombres eran capaces de mantener una lucha con los soldados potenciados por la magia de la Emperatriz. La mujer de cabello rubio coloco una mano sobre el lado izquierdo de su pecho, se levanto e incluso logro mantenerse erguida, la mano derecha de la mujer apretó con más fuerza el mango de su espada antes de entrecerrar sus ojos sintiendo el mana correr por todo su cuerpo causando que sintiera más fuerza sobre su cuerpo aunque estuviera herida.
Aprovechando la distracción del líder de la mafia, usando sus habilidades mágicas para potenciar sus ataques, se acerco a una gran velocidad clavando su arma al costado derecho de manera profunda ocasionado que sangre escapara de los labios contrarios así como la herida. Una suave sonrisa se instalo sobre los labios rojos mientras se acercaba hasta una de las orejas contrarias para susurrar de manera juguetona.
- ¿La necesidad? - La voz de Olivia sonaba tranquila causando que un ligero escalofrió recorriera la columna vertebral del Vampiro. - ¿Me estas preguntando semejante tontearía? La necesidad es proteger a las personas débiles para que no sufran por la incompetencia de quien los dirigen, mientras este viva... Mi pueblo no sufrirá cuando este en mis capacidades para defenderlo. - El arma era clavada con más fuerza a medida que sus palabras eran dichas, Anielka mantenía una mueca de disgusto en su rostro.
Era un disgusto por su respuesta porque le gustaba el dolor.
- ¿Importa realmente? Ustedes humanos, su vida es muy corta. - Le contesto en un susurro en su oído derecho mientras sus manos sujetaban el filo del arma, en realidad, no le interesaba que el filo dañara parte de su cuerpo debido a sus habilidades de regeneración. - No deseas que sufran personas ajenas pero ¿Acaso te interesa sufrir tu? Eres humana, tus habilidades mágicas aunque son maravillosas no podrán mantener la potencia de tu cuerpo así miles de de soldados por demasiado tiempo. Empezaras a sentir dolor interno para finalmente morir.
- Eso es mi problema. - Dijo tajantemente.
Shadow tenia razón, su cuerpo tenia un limite de magia que podía soportar, en caso de sobrepasarlo combinándolo con emociones negativas podría causar una corrupción de su magia junto con heridas internas que incluso su habilidad para burlar la muerte, seria incapaz de sanar. Esta posibilidad era irrelevante para ella, si debía morir estaba dispuesta a hacerlo. El agarre del arma empezó a ceder por el debilitamiento de la fuerza mágica de Ortswan. Shadow aprovecho la oportunidad, usando su gran velocidad, sujeto con fuerza la espada sacándola de su interior para clavarla en el costado izquierdo de Olivia donde existía un daño previo, un grito agudo desgarrador golpeo el ambiente.
Olivia llevo una de sus manos hasta el costado donde, una gran cantidad de sangre estaba escapando de su cuerpo. Anielka saco el arma mágica del interior de la joven, arrojo el arma lejos de ambos antes de cargar el cuerpo de la fémina estilo nupcial. El joven de ojos dorados inhalo el aire, el aroma de la sangre de la Emperatriz del Imperio de Imperu era dulce, una sed de sangre se instauro rápidamente sobre su ser.
- Ríndete, Olivia. - Susurro sobre sus labios, era capaz sentir la respiración agitada de la joven Emperatriz. - Tu cuerpo no puede seguir usando magia a gran escala mientras te estas desangrando entre mis brazos. - Ignoro el hambre que estaba sintiendo, no era el momento adecuado para probar aquel liquido vital seductor. - Ven conmigo, curare tus heridas. Estando a mi lado nunca volverás a pasaras ninguna penuria.
- Prefiero estar muerta que irme contigo. - Dijo con desprecio al joven de cabello color n***o.